Las últimas revelaciones sobre las planillas secretas de Odebrecht han desatado más nervios.
Odebrecht y los congresistas
Dentro de dos semanas Jorge Barata y otros exdirectivos de Odebrecht volverán a cantar. Esta vez, la música que entonarán puede sonar estridente para más de un congresista y otros exfuncionarios.
Las últimas revelaciones sobre las planillas secretas de Odebrecht han desatado más nervios. Ahí se pueden leer codinomes sugerentes como “Pastor alemán”, “Sipán”, “Sancho panza”, “Nervioso”, entre otros. Además, como para no dejar muchas dudas, están también registrados los nombres de “Apra” y “Campanha legislativa”. Cientos de miles de dólares de por medio.
Lo que sugieren estos registros y lo que se ha podido hasta ahora conocer extraoficialmente es que la empresa brasileña financió a un grupo de congresistas para la campaña electoral de 2011. Y que el resto de pagos secretos en la llamada Caja 2 pertenecen al periodo 2006-2011, el periodo del segundo gobierno aprista.
Y aquí me quiero detener. Antes de continuar, una reflexión. El Apra actualmente le ha declarado la guerra a los fiscales, a los periodistas y a Martín Vizcarra, pero al parecer sus verdaderos enemigos no son ellos; los enemigos de su partido están en otro lado, más cerca de lo que creen. ¿Hay algún aprista capaz de golpear la mesa para restituirle decencia a la agrupación? Seguiremos esperando.
Mientras tanto, queda claro que los intereses de varios en el Congreso que mostraban indignación y rechazo hacia el acuerdo con la empresa brasileña pasaban por lo que podría conocerse en el corto plazo. La revelación de las identidades de los beneficiados con el dinero de Odebrecht podría significar un batacazo para el ya diezmado prestigio de los parlamentarios. Hay quienes piensan, incluso, que ese sería el empujón que esperaría Vizcarra para dar el tiro de gracia esperado: el cierre del Congreso.
Pero hay mucho más detrás. No olvidemos que años atrás, en el periodo de gobierno anterior, hubo una comisión que investigó a Odebrecht en el Parlamento. La dirigió Juan Pari. El dictamen del grupo de trabajo dio conclusiones interesantes, reveladoras, muchas de ellas hoy reivindicadas a la luz de las confesiones que han llegado desde Brasil. Sin embargo, en el Congreso, dicho informe no prosperó y hasta fue ocultado. Aún más, la comisión sufrió trabas puestas por, entre otros, los congresistas Mauricio Mulder y Karina Beteta. Pari presentó por ello su informe en minoría.
Ahora todo parece tener sentido. Si se confirman los aportes de dinero a ciertos congresistas se demostraría que hubo aquí encubrimiento, un delictivo enjuague de favores. Veremos ahora quién es quién en esta trama.(DIARIO CORREO)