Por: Dionicio Mantilla León
Huamachuco es pródigo en riquezas naturales, es motor de un gran movimiento productivo, turístico y comercial y, por hallarse en un lugar geográfico estratégico, es considerado como un verdadero polo de desarrollo económico de la sierra liberteña; sin embargo, estos no son los únicos galardones que exhibe con orgullo a la peruanidad pues también es considerado, merecidamente, como “Tierra clásica de patriotas”, porque en su suelo se acunaron un buen número de hombres y mujeres que aportaron mucho al desarrollo nacional integrándose así al fulgurante crisol de íconos que han construido con esfuerzo la gran Patria Peruana.
De entre este bello ramillete de personalidades huamachuquinas ilustres del pasado destacan el Dr. José Faustino Sánchez Carrión y el Dr. Nicolás rebaza Cueto, cada uno en la respectiva dimensión histórica trascendente de su pensamiento y obras. Cada uno en la valía de la huella de su legado cultural que perdura en el tiempo.
En efecto, símbolo de los sacrosantos valores de la independencia y la libertad de la Patria se eleva como tea de esperanza para las futuras generaciones la radiante figura del Solitario de Sayán, paladín y fundador de la República como sistema democrático de gobierno. Como mítico cóndor milenario trasmontó los helados andes para arribar a la capital del país y liderar el movimiento libertario tomando para ello la pluma periodística y la elocuencia de su verbo como armas para enfrentar el oprobio de 300 años de sojuzgamiento de parte de los ibéricos hispanos y lograr la independencia y la libertad.
Nacido un 13 de febrero de 1787 partió al infinito un 2 de junio de 1825 en el pueblo de Lurín, en Lima. Fueron sólo 38 años de una corta existencia; pero de una pródiga entrega de benéficos frutos a la peruanidad: El ejemplo de un auténtico liderazgo desde su juventud en el ágora del Convictorio Carolino haciendo temblar al tirano Virrey José Abascal con su revolucionario reclamo de libertad para la patria.
Con la sabiduría de sus ideales republicanos sembrados y defendidos en el ágora del incipiente Congreso Constituyente, al que se integró como Diputado por su santa tierra, Huamachuco, Sánchez Carrión plasmó sus ideales en la primera Constitución Política del Perú de su autoría. Ideales que constituyeron la semilla de la Democracia que, sin embargo, hoy, viene siendo mancillada por politiqueros corruptos e incapaces. Consecuente con sus ideales se unió al gran Libertador Simón Bolívar para, como primer gobernante republicano, construir la patria peruana organizando el Estado.
La obra de Sánchez Carrión, junto a otros hechos de trascendencia histórica que se desarrollaron durante la efervescente época de la Emancipación de la Patria, fueron plasmados en una monumental obra “Los Anales del Departamento de La Libertad” fruto de la creatividad de otro ínclito huamachuquino, el Dr. Nicolás Rebaza Cueto, dejando para la posteridad una fuente invalorable para el conocimiento de los días aurorales de la Patria. Obra histórica a la que se añaden otras importantes evidencias de su aporte al país.
En efecto, nacido un 23 de diciembre de 1811 y fallecido un 30 de julio de 1897, en Lima) Nicolás Rebaza, fue un destacado catedrático y Rector de la U.N.T., periodista fundador de varios periódicos. Fue abogado y, por sus méritos, fue nombrado Vocal de la Corte Suprema. Incursionando en la política fue electo Diputado por Huamachuco desarrollando una fructífera labor promoviendo la creación de las provincias de Pacasmayo y Otusco y la creación del Colegio “San Nicolás”, de Huamachuco instalado oficialmente un 28 de mayo de 1860 siendo su primer Director, José Manuel Vereau. Un plantel convertido hoy en un prestigioso Colegio Emblemático ágora forjadora de muchas generaciones estudiantiles huamachuquinas y de otras provincias y que, hace unos días, recordara su 158 aniversario de creación.
2 de junio de 1825, fallecimiento de Sánchez Carrión, y , 28 de mayo de 1860, instalación oficial del Colegio San Nicolás, dos relevantes hechos históricos dignos de ser valorados y que nos recuerdan a dos ínclitos personajes de la nueva Patria: José Faustino Sánchez Carrión y Nicolás Rebaza Cueto a quienes hoy rendimos nuestro sentido homenaje.