Amas de casa, zapateros y un comerciante de Trujillo, El Porvenir y Huamachuco tienen detenidas sus funciones motoras; inclusive podrían morir.
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Enemigo invisible. Ayer se reveló que en nuestra ciudad existen siete casos confirmados de una extraña enfermedad, conocida como Guillain-Barré, que sin causa conocida inmoviliza por completo el cuerpo humano, lesionando la cobertura del sistema nervioso periférico, el cual conecta el cerebro con la médula espinal.
Esta alarmante situación fue ratificada por el epidemiólogo, Pedro Díaz Camacho, quien brindó detalles de los pacientes internados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Belén. Entre ellos hay amas de casa, zapateros y un comerciante.
“Se trata de tres mujeres y cuatro hombres adultos, cuyas edades oscilan entre los 30 y 67 años. Tres de ellos permanecen en UCI y cuatro, en el área de Hospitalización. Tres pacientes provienen de Trujillo, otros tres llegaron de El Porvenir y uno es natural de la provincia Huamachuco. No se sabe cuál es la causa de este raro mal, pero todo indica que el virus o infección puede estar en el ambiente”, señaló.
En tal sentido, explicó que los casos fueron detectados entre el 23 y el 30 de abril cuando los afectados acudieron hasta este nosocomio, tras presentar una repentina pérdida de la fuerza motora en manos, pies, músculos del abdomen y pecho, sin explicación alguna.
En vista de ello, ayer arribó de Lima un equipo de especialistas enviados directamente por el viceministro de Salud, Henry Rebaza Iparraguirre, quien ante la aparente inacción de la Gerencia Regional de Salud (Geresa) por tomar cartas en el asunto decidió que un grupo conformado por médicos epidemiólogos, infectólogos y neurólogos vengan a Trujillo para que estudien estos casos.
Díaz Camacho enfiló su artillería de críticas contra la Geresa a la que acusó de “guardar silencio” frente a estos siete casos. “Ellos (funcionarios) no son expertos porque no tienen ninguna especialidad. No respondían a nuestros reportes mientras el tiempo nos ganaba. Por eso, me comuniqué con el doctor Rebaza, incluso hablé con la misma ministra (Silvia Pessah), quienes nos apoyaron de inmediato”, contó, a la vez que exigió al gerente Eduardo Araujo Sánchez que “corrija la indiferencia” de sus colaboradores.