En APP hay quienes miran con preocupación el desgaste prematuro de Daniel Marcelo
Para algunos militantes con dos dedos de frente en Alianza Para el Progreso, el asunto está claro: César Acuña ha cometido un error en adelantar opinión sobre Daniel Marcelo en torno a la candidatura a la alcaldía de Trujillo.
Acuña, dicen estos apepistas, expuso anticipadamente a quien considera su mejor cuadro, y con esto ha conseguido desgastarlo con rapidez ante la opinión pública. Así, mediáticamente e internamente, Marcelo se ha visto estas semanas chamuscado aun antes del proceso interno de APP.
Marcelo, empujado por Acuña -pero no solo por él-, ha asomado primero la cabeza, y esto ha generado que se convierta en un blanco fácil. Esto era predecible por la necesidad que tiene el opositor de golpearlo, pero aquí los golpes quizás han venido de manera especial de la propia casa. Son las facturas que hay que pagar cuando una organización política se ha ensanchado.
APP, como en su momento ocurrió con el Apra, ahora ya sabe de qué trata todo esto. Los gestos y abrazos sonrientes quedan para la fotografía, y sabido es que muchas campañas se han perdido no por la fortaleza de los oponentes sino por las contracampañas que provienen de descontentos que se exacerban en el fuero interno.
En APP hay quienes hoy miran con preocupación el desgaste prematuro de Daniel Marcelo, pues este mismos desgaste podría arrastrar a sus cuadros distritales, hoy más vulnerables sin la presencia de Acuña en la campaña.
APP tiene un desafío mayor: se presentará a una campaña difícil sin su líder y caudillo, quien mandaba y ponía la voz cantante. Quizá sea Manuel Llempén quien ahora tenga la gran responsabilidad de transformarse en esa locomotora apepista, una oportunidad de oro que podría encumbrarlo al fin y oxigenar a su partido, o tal vez descartarlo para el futuro.
Pero ¿podrá hacerlo si tiene a Marcelo flanqueado como está, y detrás de él, como esperando con el serrucho escondido, a alguien como Carlos Vásquez Llamo?(correo)