Por: Dionicio Mantila León
Con fecha 10 de enero último el Gobierno Nacional expidió el D.S. N 004 _ 2018 PCM a través del cual se convoca a Elecciones Regionales y Municipales a llevarse a cabo el 7 de octubre del año en curso en las 25 regiones, 196 provincias y 1874 distritos de todo el país con la participación de 23’438,266 electores. De esta manera se da comienzo a la carrera electoral para llegar a la meta: Elegir o ser elegidos como nuevas autoridades que regirán los destinos de nuestras respectivas jurisdicciones.
Han transcurrido tres años y un mes de gestión de los gobernantes regionales y locales y el balance difiere en cada uno de los pueblos, pero siempre hay una semejanza: La falta de preparación o capacidad de gestión pública para afrontar los difíciles problemas y necesidades que aquejan a los pueblos, a los que se añaden los añejos males de la falta de transparencia y corrupción de su actuar. Asimismo, la falta de capacidad de gasto del presupuesto que el gobierno les asigna y, en consecuencia, la devolución, cada año, de dinero al Tesoro Público aunque se hayan dejado de atender los problemas prioritarios.
Todo esto, porque la casi totalidad de autoridades, cuando son candidatos, minusvaloran la validez de los cargos a los que postulan basándose en lo estipulado por la Constitución Política que solo exige “tener 25 años de edad y ser peruano de nacimiento”, pero nada señala sobre solvencia profesional, honestidad, trayectoria de servicio comunal y carecer de antecedentes policiales o judiciales. Como ven que el vecino postula, como se dice popularmente, “sin saber leer ni escribir” ellos también lo hacen.
El manto de corrupción, incapacidad y desprestigio que envuelve a la clase política del país convierte así a la actividad política en una meta nada apetecible para la gente honesta y realmente preparada porque desea conservar su prestigio personal motivo por el cual no postula dejando el campo libre a los sinvergüenzas que se quieren hacer de dinero fácil con los “diezmos” que cobran a los que hacen gana la buena pro de las obras comunales o los que, teniendo dinero, quieren ser autoridades sólo porque tienen hambre de poder aunque no sepan ni hablar.
Siempre hemos dicho que para postular a ser autoridad de un pueblo es necesario primero auto examinarse si luego de eso su conciencia les dice que están aptos para hacerlo postulen aunque no tengan la cantidad ostentosa de dinero que si tienen y emplean los sinvergüenzas porque estos saben que de ganar, fácilmente lo recuperan con sus robos descarados, robos que son encubiertos por las autoridades corruptas encargadas de la supervisión y control de los gastos.
Ha comenzado pues la carrera electoral para lo cual suponemos que ya se han preparado quienes aman y desean a su pueblo y se consideran realmente saptos; sin embargo, es preciso tomar en cuenta también que no se gobierna solo sino acompañado de un equipo de colaboradores esto es un grupo de profesionales de honestidad y eficiencia comprobada. El trabajo no es unipersonal, es grupal.
A nivel de nuestra provincia ya se vienen escuchando los tambores publicitarios de algunos candidatos a la Alcaldía provincial, todos ellos conocidos figurando entre ellos los ciudadanos: Abimael Segura Romero, Santos Ruiz Guerra, Róbert Contreras Morales, Edmundo Mallqui Alsugaray, Alexis Rebaza López no descartándose Joel Espinoza y Luis Rebaza Chávez. Asimismo se viene escuchando el run run de postulación a nivel de los distritos.
De esta manera, con cierta expectativa, se da comienzo al presente proceso electoral que esperamos discurra sin ningún contratiempo y que salga electo el más capaz y honrado por el bien de nuestros pueblos.