(RV).- «Santa Teresita del Niño Jesús escribía: ‘yo no puedo temer a un Dios que por mí se hizo tan pequeño…», recordó el Papa Francisco y deseó «que la Santa Navidad de Jesús, vivida con la misma fe humilde y obediente de María y José», nos haga ver, en la «fuerza inerme de aquel Niño la victoria final sobre los arrogantes y ruidosos poderes de la tierra»
Adviento: caridad, oración, escucha de la Palabra de Dios
En la tercera Audiencia General de Adviento, con sus palabras de bienvenida a los peregrinos de tantas partes del mundo, el Obispo de Roma hizo hincapié en la importancia de este tiempo para prepararnos a acoger al Salvador del mundo y su Reino de Paz para toda la humanidad:
«El tiempo de Adviento es ocasión especial para profundizar nuestra fe, para abrir nuestros corazones a las necesidades de los demás y para vivir mejor nuestra vocación cristiana. Que, para lograr cumplir estos compromisos, los ayuden la oración de cada día, la contemplación de la Palabra de Dios, la participación en la Misa matutina Rorate y los ejercicios espirituales de Adviento. Preparen con alegría sus corazones para recibir la Buena Nueva del Nacimiento del Hijo de Dios.
Preparémonos en este tiempo de Adviento a acoger al Señor, que se nos acerca siempre, para liberarnos de lo que desfigura en nosotros la imagen bella de Dios».
Faltando pocos días para su cumpleaños, el Papa Bergoglio agradeció los saludos y felicitaciones que le está llegando de tantas partes del mundo.
Con San Juan de la Cruz, sacerdote y Doctor de la Iglesia, el saludo del Papa a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados:
«Hoy la liturgia hace memoria de San Juan de la Cruz, pastor celoso y místico Doctor de la Iglesia: queridos jóvenes, contemplen la grandeza del amor de Jesús que nace y muere por nosotros. Queridos enfermos, acepten con mansedumbre su cruz en unión con Cristo por la conversión de los pecadores. Y, ustedes queridos recién casados, dediquen más espacio a la oración, sobre todo en este Tiempo de Adviento, para que su vida conyugal se vuelva un camino de perfección cristiana».
(CdM – RV)