descontrol. Hay 142 universidades en el país, las que deben acreditar condiciones de calidad. Sin embargo, si se aprueba el proyecto de Javier Velásquez Quesquén el proceso quedaría trunco. Hoy se ve la interpelación al ministro Jaime Saavedra.
Escribe:
Enrique Patriau
La República realizó la contabilidad de todas las universidades que se crearon entre los años 1990 y 2016. Esta información, cruzada con cifras oficiales, revela que en ese periodo (26 años) se fundaron 93 nuevas universidades, entre privadas y públicas.
Un dato relevante es que, de ese total, 49 nacieron durante el segundo gobierno aprista (2006-2011).
Eso equivale a casi 10 universidades nuevas por año; a una universidad nueva cada mes y medio, aproximadamente.
De esas 49 universidades, 16 son nacionales. Entre ellas se puede mencionar a la Universidad Nacional Ciro Alegría (La Libertad), Universidad Nacional Autónoma de Huanta (Ayacucho) y la Universidad Nacional Autónoma de Alto Amazonas (Loreto). Además, 5 fueron creadas en la región Lima: Universidad Autónoma Municipal de Los Olivos, Universidad Nacional Tecnológica de San Juan de Lurigancho, Universidad Nacional de Barranca, Universidad Nacional de Cañete y Universidad Nacional Tecnológica del Cono Sur de Lima.
Las 33 restantes son privadas. Algunas de ellas son la Universidad Autónoma de Ica SAC, Universidad de Ciencias y Artes de América Latina, Universidad Peruana de Integración Global, Universidad Latinoamericana Cima, Universidad Peruana de Investigación y Negocios y Universidad Peruana Juan Pablo II.
La lista es bastante larga y estas entidades han sido mencionadas al azar, solo como ejemplo. Algunas son de buena calidad. Otras no lo son, necesariamente.
Esta explosión de universidades no se compara con lo ocurrido en otros periodos. En el gobierno de Alejandro Toledo se crearon 15; con Ollanta Humala, 9 (ver la infografía).
Frente a este incremento desproporcionado de universidades en el país, la Ley de Moratoria del 2012 puso un freno provisional.
PELIGRO
En el Perú existen 142 universidades, entre públicas y privadas. Setenta y siete cuentan con autorización definitiva, 53 con una provisional y 12 con ley de creación (sin autorización de funcionamiento aún).
Para ayudar a elevar la calidad de la enseñanza superior, la Ley Universitaria, aprobada en 2014, creó la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), que está llevando adelante un proceso de licenciamiento.
Si desean seguir funcionando, las 142 universidades existentes deben acreditar estándares mínimos de calidad.
El problema es que el proyecto 469/2016 elaborado por la bancada del APRA y auspiciado por el congresista Javier Velásquez Quesquén, modifica artículos sensibles de dicha ley universitaria: señala expresamente en su artículo 13 que la Sunedu es responsable de "autorizar el licenciamiento de nuevas universidades".
En otras palabras, de aprobarse la iniciativa legislativa, la Sunedu no podría verificar la calidad de las universidades ya creadas, incluyendo esas 49 que vieron la luz durante el gobierno aprista.
En una entrevista con La República, la jefa de la Sunedu, Lorena Masías, advirtió que el proceso de mejora de la calidad de la universidad peruana “podría paralizarse”.
Antes de la Sunedu, la entidad que se encargaba de evaluar los proyectos y solicitudes de funcionamiento de las nuevas universidades era el Conafu, un organismo autónomo de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR).
El Conafu estaba integrado por cinco ex rectores. Sin embargo, la proliferación desmedida de universidades demuestra que la autoregulación no funcionaba.
Por cierto, otro problema con el proyecto de Velásquez Quesquén –según expertos– es que propone que el consejo de la Sunedu ya no sea resultado de un concurso público, sino que sus miembros sean electos a propuesta de los rectores.
Analistas consultados han insistido en que esta pretensión supone volver a los tiempos en que la ANR manejaba el sistema.❧
Jhonel Rodríguez
(la república)