Trascendió que el siniestro se habría generado por los trabajos de soldadura que se estaban realizando dentro del emporio comercial más importante de Trujillo
Con lágrimas en los ojos, los comerciantes de la Asociación de Pequeños Industriales y Artesanos de Trujillo (APIAT) observaban impotentes cómo las llamas de fuego consumían sus puestos que, durante veinticuatro años, fueron el único sustento de sus familias.
Por más de cuatro horas, un dantesco incendio redujo a cenizas el 98% de los puestos en este emporio comercial que agrupa a más de doscientos comerciantes de calzado y artesanías de la ciudad.
Se calcula que las pérdidas económicas ascienden a más de cuarenta y cuatro millones de dólares, pues horas antes muchos de los propietarios habían ingresado mercadería para vender el fin de semana.
Aunque en un primer momento se informó que solo 5 de los 220 puestos se libraron de ser consumidos por el fuego, conforme avanzaron las horas se supo que solo dos habrían logrado salvarse de las llamas.
TRAGEDIA. Tras el incendio, se han empezado a tejer diversas hipótesis sobre lo sucedido. Se especula que la causa del siniestro se debería a que un grupo de trabajadores estuvo realizando labores de soldadura en los techos del área de artesanías. Otra de las versiones indica que esta tragedia respondería a cortocircuito dentro de uno de los puestos, y también se especula que sería un ataque de extorsionadores.
Al respecto, el presidente de la APIAT, Abraham Reyes Fernández, informó que el incendió se inició a las tres de la madrugada de ayer en el segundo piso del área de artesanías.
Pese a que los cuatro vigilantes del centro comercial trataron de apagar el fuego con los extintores con los que cuenta el local, la gran cantidad de material inflamable (zapatos, muebles y artesanías) hicieron casi imposible que el fuego sea controlado.
“Se calcula que se han perdido doscientos mil dólares por cada stand (...) Nosotros vamos a luchar para seguir adelante, porque hay mucho de por medio, hay gente que se queda sin trabajo. De aquí (APIAT) depende un promedio de diez mil personas que trabajan indirectamente para abastecer al centro comercial”, dijo Reyes Fernández.
Debido a que las llamas seguían extendiéndose rápidamente por todas los puestos, al lugar se hicieron presente cinco compañías de bomberos de Trujillo, Salaverry, La Rinconada y Laredo. Mientras que la Municipalidad Provincial de Trujillo colaboró con ocho camiones cisterna para apoyar el trabajo de los bomberos.
DRAMA. En su desesperación por rescatar parte de su mercadería de entre las llamas, un grupo de comerciantes logró burlar el cordón de seguridad de la Policía y sacó algunos muebles que se encontraban cerca al ingreso de una de las puertas ubicadas en la avenida España.
Los socios de este centro comercial no podían creer que frente a ellos se consumía la inversión de sus vidas.
Una de las propietarias, Lety Ávalos Méndez, le pidió a las autoridades locales y regionales que les apoyen en la reconstrucción de sus stands.
“Justo ayer ingresé mercadería, todos los puestos estaban repletos de mercadería pues ya se acerca el Día del Padre y 28 de julio. Les pedimos a las autoridades que nos apoyen porque hay gente que solo se sustentaban con sus puestos”, dijo entre lágrimas.
La impotencia y desazón se apoderó de los socios de APIAT. Se supo que una de las propietarias había solicitado un préstamo de veinte mil soles para pagar a sus proveedores, el cual había guardado dentro de su puesto, sin embargo el fuego redujo todo a cenizas.
Se supo que todos los comerciantes trabajan con préstamos bancarios, por ello le piden una prórroga a las diversas entidades financieras mientras reflotan nuevamente sus negocios.
Desesperados por no saber cuáles fueron las causas del dantesco incendio, los propietarios y sus familias se reunieron ayer en la tarde con el presidente de la asociación para tomar acciones conjuntas.
Pese a la desgracia que los sorprendió durante la madrugada, los agraviados fueron claros en afirmar que continuarán laborando en el menor tiempo posible; ello debido a que tienen deudas pendientes con los bancos y trabajadores que dependen de ellos.(correo)