Iván Reyna / Revista Rumbos
Huamachuco despierta, abre sus atractivos mediante el circuito turístico del Corredor Andino Huamachuco-Yanasara. Como en todos los viajes, es casi una obligación darse un paseo por la plaza y conocer el corazón de la ciudad. La Catedral se alza con un gran arco y campanario. Luego es toparse con la morada de José Faustino Sánchez Carrión. Aquí se respira a cultura.
El arco es uno de los símbolos de Huamachuco, capital de la provincia Sánchez Carrión.
La pampa de los dioses
La soleada mañana nos conduce a Wiracochapampa, la “Pampa de los Caballeros” o “Pampa de los Dioses”, que está ubicada a 3.070 m.s.n.m. y a tres kilómetros al norte de la ciudad de Huamachuco. Un tramo del Gran Camino Inca nos lleva a los vestigios de una enigmática ciudad de piedra -de unos 500 metros cuadrados- edificada con arenisca blanca, asegurada con cuñas y pegadas con barro de arcilla roja. Según las investigaciones realizadas en la zona, estos recintos habrían sido construidos por los wari, cuyo origen se encuentran en Ayacucho.
Dicen que Wiracochapampa fue construida para celebrar ceremonias rituales, pero que nunca fue habitada. En los trabajos de investigación se han encontrado restos de acequias que, probablemente, llevaron agua a este lugar. También hay de plazuelas, templos y depósitos.
El Qhapaq Ñan conduce a Wiracochapampa.
Actualmente, la población quiere cultivar y mostrar su herencia cultural. Es por eso que representan la danza de los indios fieles, en la que unos personajes emplumados interpretan la adoración a Dios y a la Virgen. Uno de los bailarines es Samuel Tandaypan: “mi generación está decidida a revalorar las tradiciones perdidas. Esta es la danza de Huamachuco y las bailamos desde muy niños”. Así como Samuel, son 80 los integrantes de un taller que intenta mantener viva las costumbres de un pueblo que hace los esfuerzos por alzar vuelo.
El Machu Picchu del norte
Del palacio de piedra nos trasladamos a otro monumento igualmente de piedra: Markahuamachuco. Se escribe con k debido a que la palabra proviene del idioma killi, la lengua originaria de los antiguos habitantes de Huamachuco.
Una muralla de hasta 14 metros de altura da la bienvenida a los cinco kilómetros de largo y 600 metros de ancho del complejo arqueológico. Estamos a diez kilómetros al noroeste de Huamachuco y a 3.750 m.s.n.m. “Este es el Machu Picchu del norte”, diría en el siglo pasado el presidente Fernando Belaúnde Terry.
La niebla cubre las construcciones de Markahuamachuco.
A la luz de las investigaciones, Markahuamachuco fue el centro de la vida económica, política y religiosa de toda la provincia, allá por el año 400 d.C. En 1987, los trabajos de excavación determinaron la importante función de las galerías rectangulares del Cerro del Castillo, que sirvió para el reposo y la hospitalidad. También se han encontrado ollas grandes, vasos pintados y coladores que sirvieron para la degustación de chicha y comidas ceremoniales a la madre naturaleza.
Otro de los atractivos de Markahuamachuco es el Cerro de las Monjas. Por sus dimensiones, diseño y similitud con los acllahuasis incaicos, se le considera como un convento. Aquí existen siete edificaciones circulares y una doble muralla defensiva. La recorrimos hasta escuchar el mensaje de los antiguos guerreros. Los espíritus parecen dominar la arquitectura de un claustro que se resiste a caer. Abajo, en la quebrada, se asientan los poblados de Condebamba y Sanagorán. El silencio es parte de este lugar.
Quienes visitan Marcahuamachuco se quedan sorprendidos por su magnitud.
De Sausacocha a Yanasara
También nos trasladamos a Sausacocha, la “laguna que no se seca”. Locallizada a nueve kilómetros al este de Huamachuco, el espejo de agua tiene 12 metros de profundidad y cuatro kilómetros cuadro de extensión. Rodeada de totorales, gramas y carrizos, en el hábitat de patos silvestres, gallaretas y peces. Los visitantes llegan para navegar en botes y kayak, pero a puro remo, porque no se permiten motores ni el uso de combustible. Los pobladores locales han montado locales para ofrecer comida típica, de buena sazón y exquisito sabor.
El camino nos lleva ahora a Yanasara o “maíz megro” en el distrito de Curgos, a dos horas de Huamachuco. La ruta pasa por el lugar conocido como El Potrerillo (a 17 kilómetros), un tramo insospechado para el vértigo y la adrenalina.
Aguas tranquilas en Sausacocha.
En Yanasara hay piscinas de aguas termales con temperaturas que superan los 40 grados, siendo ideales para combatir el reuma y otras dolencias. Las aguas azufradas brotan del cerro Canllipatay. Estamos a 26 kilómetros de Huamachuco y pernoctamos en el albergue que el sacerdote Jaime Gari ha construido a orillas del río Chuzgón, un campo apacible, con todas las comodidades para descansar, comer y recrearse con la naturaleza. Para qué más.
Danza en Wiracochapampa.
En Rumbo
Cómo llegar: Huamachuco se encuentra a cuatro horas de Trujillo, la capital de La Libertad. Hay buses y colectivos todos los días.
Hospedaje: No tendrá inconvenientes para encontrar un alojamiento. En Huamachuco hay diversidad de opciones.(la república)