Escribe: Augusto Álvarez Rodrich
Gana Perú sin cohesión ni ilusión por el futuro político.
La pregunta de ‘¿quién es Angulo’? fue la que incluso gente muy interesada en política se hizo ayer cuando se enteró de que el congresista Roberto Angulo había renunciado a la bancada parlamentaria de Gana Perú, un hecho que, no obstante el relativo anonimato del disidente, significa varios asuntos relevantes en la política e implica algunas consecuencias que no son deleznables.
Angulo renunció a la bancada oficialista con la que llegó al Parlamento explicando que, más de tres años después de que empezara el gobierno del presidente Ollanta Humala, concluyó que “esta política económica nos va a llevar a la debacle” y que su ‘última esperanza’ de que se produjera una rectificación era el ministro Alonso Segura pero que esto, lamentablemente, no ocurrió.
Es un argumento endeble, pues no hay cómo pensar que Segura, quien asesoró a Miguel Castilla, iba a producir el viraje que quería, pero su partida implica varios hechos.
Primero, la baja capacidad del candidato Humala para seleccionar una lista de candidatos al Parlamento que tuviera un mínimo de consistencia y de articulación.
Como siempre ocurre en casi todas las agrupaciones políticas, la lista de postulantes se arma al tun tun, como sea, y sin reunir algún criterio elemental que los haga sentirse parte de un solo colectivo.
Segundo, la partida de Angulo también es consecuencia de la escasa voluntad de los líderes del partido por darle cohesión a la bancada, algo que era mucho más importante si se tiene en cuenta el tremendo –y positivo, por cierto, aunque esto ya depende de la óptica de cada cual– viraje que dio Humala en su tránsito entre candidato y presidente.
“En tres años de gobierno (Humala) solo me recibió una sola vez pero fue al principio (del gobierno). Las otras veces que nos encontramos fue en reuniones grupales”, dijo anteayer el congresista Angulo.
De repente el presidente Humala también se ha hecho la pregunta de muchos: ‘¿Quién es Angulo?’, pero lo cierto es que esto refleja escaso trabajo de construcción de liderazgo.
Tercero, lo ocurrido refleja que los propios congresistas de Gana Perú ven con poca ilusión la posibilidad de que este partido les sirva como plataforma para la reelección, lo cual los lleva a mudarse a otra agrupación en la que creen que les puede ir mejor. O, también, que ya han tirado la esponja por la posibilidad de que Gana Perú los quiera llevar en su carreta en el 2016.
Finalmente, la deserción de Angulo deja a Gana Perú en el Congreso con solo 35 miembros, una bancada de similar tamaño a la fujimorista, lo cual significará un decreciente respaldo al gobierno en el Congreso cuando aún falta año y medio para el final del mandato.(la república)