Por: Dionicio Mantilla León
Durante estos días se ha venido llevando a cabo la transferencia de cargo de las actuales autoridades de las comunidades de nuestra región a las que han sido electas en la jornada democrática pasada. De esta manera, la ciudadanía ha ejercido su indiscutible derecho a renovar el mandato de sus gobernantes que durante 4 años tuvieron el honor de representarla y, como solitarias excepciones, volvió a reelegir a algunos que supieron ganar su confianza.
A nivel de nuestra región, el Ing. César Acuña recibió la posta gubernativa regional de parte del Ing. José Murgia y, a nivel de la provincia de Trujillo, el Coronel PNP (r)) Elidio Espinoza, ha hecho lo mismo recibiéndolo de parte de la Dra. Gloria Montenegro. En la Provincia de Sánchez Carrión, Arturo Rebaza López, recibió la posta de parte del actual burgomaestre, Luis Rebaza Chávez; lo mismo ocurrió en el resto de los distritos con la solitaria excepción de la Municipalidad Distrital de Sanagorán, cuyo Alcalde, Santos Ruiz Guerra, fuera reelecto por otro período más completando así tres períodos ediles consecutivos.
Ha sido, pues, el momento de entregar la posta gubernativa regional y municipal a nuestros nuevos gobernantes. Una entrega que se efectúa en un momento muy dramático para nuestro país envuelto como está en la pesadilla de la inseguridad y la corrupción una situación que ha rebasado los límites de lo soportable. Lacras que como un cáncer terminal van socavando las bases de nuestra sociedad, problemas agobiantes de cuyo surgimiento y existencia todos somos responsables, unos más y otros menos y en cuya solución todos debemos de participar.
Tenemos nuevas autoridades. Es el resultado de la consulta democrática a nuestro pueblo. Ha sido la voz y la decisión del pueblo nos guste o no nos guste determinada autoridad elegida. Aquí no caben las argucias de que hubo fraude tal como en un momento reclamaban los candidatos perdedores en Trujillo. En política, como en cualquier otra actividad humana, hay que saber ganar y hay que saber perder. Otra cosa diferente es que hubieran ocurrido flagrantes hechos de fraude que lo ameriten, algo que, en esta ocasión, no ha ocurrido tal como así lo reconoció el JNE.
En esta oportunidad, reciben nuestras autoridades el honroso cargo de liderar a nuestros pueblos a sabiendas de que no podrán ser reelectos de tal forma que, desde un inicio, deberán estructurar las respectivas estrategias para ejecutar su plan de gobierno en sólo cuatro años para los que fueron elegidos no valiendo aquello de que el primer año se dedicarán a “aprender el manejo gubernativo” pues quien candidatea lo hace a sabiendas de la complejidad del cargo que van a asumir y porque tiene un mínimo de preparación y experiencia en manejo institucional de lo contrario mejor no hubiese postulado.
La tarea de conducir los destinos de un pueblo constituye el mejor encargo y la mejor honra que pueda ostentar un ciudadano. Es la incomparable oportunidad que puede lograr una persona para servirlo de corazón. Erigirse, por el voto popular, en su representante debe ser motivo de orgullo y sana satisfacción, por ende, el gobernante regional o local debe revestirse de responsabilidad, dinamismo, humildad y tolerancia para trabajar con capacidad e iniciativa para enrumbar por el sendero del éxito y el desarrollo a su comunidad. Ser gobernante regional o local debe ser razón suficiente para constituirse en el primer servidor del pueblo.
En medio de la tormentosa realidad en que se debate el país en donde el 99% de autoridades que el 31 de diciembre dejarán el cargo se encuentran involucrados en denuncias de corrupción, muchos de ellos investigados y, algunos, purgando prisión debe surgir una luz de esperanza, de cambio, de un nuevo horizonte, que el pasado vergonzante no se haga presente pues nuestros pueblos no se merecen esto. Si Ud. Señor Alcalde electo de la Provincia de Sánchez Carrión, Curgos, Sanagorán, Sarín, Marcabal, Chugay, Cochorco y Sartimbamba, afirma amar a su pueblo que mejor oportunidad para demostrarlo trabajando con transparencia y responsabilidad.
En esta oportunidad, hacemos votos para que ninguna de las autoridades electas de nuestra provincia figure en las negras páginas noticiosas envueltas en escándalos y actos de corrupción y más bien se ubiquen en el 1% de aquellos gobernantes honestos y capaces del país que trabajan por el desarrollo del pueblo.