martes, 18 de marzo de 2014

“El gobierno debe abrirse al diálogo, pero también debe hacerlo la oposición”

El novelista Mario Vargas Llosa considera que la popularidad de la primera dama ha descontrolado a Alan García.

Mario Vargas Llosa. Premio Nobel de Literatura 2010.

El laureado escritor llegó el pasado fin de semana al Perú para participar en varias actividades culturales y otras puramente políticas, como él mismo ha afirmado. Su retorno al país ha coincidido con una de las crisis más fuertes que afrontó el actual gobierno: la posibilidad de que un segundo gabinete ministerial fuera cambiado en menos de dos meses por las intenciones de un sector del Parlamento de retirarle su voto de confianza, crisis que fue superada ayer por la tarde. El Nobel peruano, quien no vive ajeno a la situación política, aceptó ser entrevistado por el conductor de 'Primera Noticia' de ATV, el periodista Augusto Álvarez Rodrich, para hablar éste y otros temas. Mario Vargas Llosa, sentado cómodamente en un rincón de su casa, analizó las que son para él las razones de peso que explican las tirantes relaciones que mantiene un sector de la oposición con el Ejecutivo.

Por Augusto Álvarez Rodrich

Tu llegada al país se da en un contexto de una alta intensidad de la política peruana...

MVLl: Es muy interesante, al regresar de Italia pasé por Nueva York, donde asistí a un seminario sobre América Latina que fue fundamentalmente económico y yo me sentí realmente muy orgulloso de oír a los economistas. Salvo un peruano, todos eran americanos y europeos hablando del Perú como de un país absolutamente ejemplar que no solamente está creciendo económicamente, sino que ofrece una legalidad que atrae a los inversores; un país en el que parece haber unos consensos muy firmes a favor de la democracia, a favor de una economía abierta. Pero llego al Perú y da la impresión de que el país estuviera en un desbarajuste total, en una especie de parálisis, algo que desde luego es muy grave para la imagen internacional que tiene el país que se va a ver dañada, y además yo creo que nos acerca peligrosamente a una situación. Yo creo que el Parlamento está actuando con una gran irresponsabilidad, ha creado una especie de situación de parálisis absoluta en la que el gobierno no puede funcionar, los ministros no pueden funcionar, no existen.

Desde hoy ningún ministro va a firmar ningún documento porque podría ser acusado de usurpación de funciones.

La oposición actúa irresponsablemente porque si un gobierno no puede funcionar, la situación que se crea es el deterioro de todas las instituciones públicas y un clima que favorece cualquier intento de demolición de la democracia. Yo no puedo creer que la oposición sea tan absolutamente irresponsable de creer que esta es la manera de resolver los problemas del Perú. A mí me sorprende muchísimo que partidos profundamente democráticos como el Partido Popular Cristiano (PPC) y Acción Popular estén favoreciendo una operación que parece una conjura antidemocrática. Realmente no lo entiendo.

¿No es injusto solo atribuirle a la oposición el resultado de esta situación tan compleja? ¿Qué responsabilidad tiene el gobierno de Humala?

Hay muchas cosas que se pueden criticar a este gobierno y se deben criticar, porque eso es democracia. Eso se ha estado haciendo en el Perú de un manera absolutamente libre sin ningún tipo de obstáculos, pero creo que se ha llegado a un punto que va más allá de la mera crítica al gobierno. Lo que está ocurriendo en el Parlamento es ya una amenaza contra las instituciones, contra lo que es el sistema de legalidad de libertad que representa la democracia. Creo que hay que hacer un llamado a todos los partidos políticos que se llaman democráticos para que actúen en consecuencia, dejen que este gobierno funcione y continúen ejerciendo su función fiscalizadora y crítica. Los ataques a Nadine Heredia llegan a unos extremos de verdadera injusticia. En general hay una intolerancia al gobierno excesiva, pero bueno, eso forma parte del juego democrático y nadie tiene por qué limitarlo. Creo, sin embargo, que paralizar al gobierno a través del Parlamento es ya peligroso.

La oposición considera que la señora Nadine Heredia tiene un protagonismo excesivo, que se ha entrometido con funciones del primer ministro. Además, hay un gran porcentaje de la opinión pública que cree que el papel de la señora Heredia es negativo para el país, ¿cómo interpretas eso?

Creo que la opinión pública es una opinión que está muy manipulada por una oposición que cuenta con unos medios que hoy día constituyen un oligopolio clarísimamente, y ese oligopolio tiene un control de la información, de tal naturaleza, que puede manipular a la opinión pública. Es una de las razones por las que yo he pensado que era peligrosísimo que El Comercio absorbiera a Epensa y se convirtiera en un oligopolio informativo en el que, si actuaba de una manera consensuada con la oposición, podría crear una posición de grave riesgo para la democracia. Han pasado muy poquitos meses de eso y esa es la situación que hoy estamos viendo. La televisión, la radio, los principales periódicos del país están dentro de esta operación de demolición. No solo de Nadine Heredia, sino del gobierno, y en última instancia de la democracia. Yo creo que hay un responsable muy grande de todo esto y es Alan García.

¿En qué sentido?

Me parece que Alan García es el hombre más inteligente que tiene la oposición, sin ninguna duda. Es un hombre que está en campaña, quiere ser reelegido por tercera vez, quiere ser presidente. La popularidad de Nadine Heredia lo ha descentrado, lo ha desquiciado y, sobre todo, el hecho de verse amenazada su candidatura por la investigación, por la megacomisión, el asunto de los narcoindultos, y entonces él está detrás; es la figura maquiavélica detrás de esta extraordinaria operación, el Apra se junta con el fujimorismo. El Apra y el fujimorismo tienen el respaldo del oligopolio informativo del país y el resultado es que gran impopularidad del gobierno, gran amenaza para las instituciones democráticas. Es decir, una situación pregolpista, ¿es eso lo que quieren? Yo creo que es una irresponsabilidad terrible apoyar a Alan García en una operación que es absolutamente personalista y que no tiene otro objetivo sino de garantizarle la tercera reelección que parece ser el único objetivo fundamental de su vida política. A mí me parece que hay que actuar con más responsabilidad, hay que dejar que este gobierno funcione, hay que recordar lo que significa el desplome de la democracia para el Perú. Todos los muertos, los crímenes, los robos monstruosos, eso ha sido el fujimorismo. ¿Hay una mayoría de peruanos que quiere eso? Realmente yo no lo creo. Creo que hay que dejar que la democracia funcione y que la oposición ejerza absolutamente la fiscalización y la crítica, pero dentro de los límites que establece el consenso democrático y que hasta ahora ha estado funcionando.

¿No es ejercicio de la oposición su derecho a decir quiero o no darle la confianza a este gabinete porque no me reconoce que el papel de la señora Heredia es desmedido?

Pero, ¿cuál es el papel de la señora Heredia? La señora Heredia dijo que no iba a ser candidata, eso debía haber tranquilizado a la oposición, pero siguen hablando de la reelección conyugal, formula creada por el ex presidente García. Ahora el ex presidente García quiere un gabinete de consenso. ¿Por qué no dice que lo que quiere es que no funcione la megacomisión, que no se hable más de los narcoindultos? Eso es lo que quiere y toda la oposición, y todo el oligopolio informativo está a favor de esa operación, aunque nos traiga abajo el desplome de la democracia. Lo que nos va a traer de inmediato es una cierta desconfianza hacia el Perú de los inversores, de los empresarios. He leído una declaración muy inteligente del presidente de la Confiep, que estoy seguro no tiene ninguna simpatía por este gobierno. Dice: ‘Déjense de frivolidades, déjense de hablar de Nadine Heredia y dejen funcionar a un gabinete, que es un buen gabinete, es un gabinete de técnicos, de gente preparada". Dejen que funcione el país, no pueden poner en peligro el país. Ya no es el gobierno, es el país el que está amenazado con esta situación de desgobierno que ha creado el Parlamento. Creo que hay que hacer una invocación a la sensatez y al espíritu democrático, que, yo creo, es el espíritu de la mayoría de peruanos.

¿Sientes, como sentimos muchos, que hay un riesgo enorme en el actual contexto?

Por primera vez he visto una situación que me ha recordado las situaciones finales del primer gobierno de Belaunde, que creó el Estado que permitió el golpe del general Velasco. Eso es algo que podría ocurrir y que la responsabilidad del Parlamento, de los partidos políticos que se llaman democráticos, y que están hoy día en la oposición, y ya no se diga del oligopolio informativo encabezado por El Comercio. Sería absolutamente enorme. Hay que dar marcha atrás, hay que adoptar una posición más sensata, más realista respecto a lo que significa este gobierno. Desde luego que hay muchas críticas que hacerle a este gobierno. Por supuesto, yo hubiera querido que este gobierno encabezara, por ejemplo, el movimiento de protesta contra los crímenes que está cometiendo Maduro, y no lo ha hecho, pues muy bien, yo lo critico. Pero este es un gobierno nacido democráticamente que está actuando democráticamente. Está respetando el compromiso que firmó Humala en el general de San Marcos, está respetando a la democracia, está respetando la economía de mercado. Pues bueno, dentro de esos límites hay que ejercer todas las críticas y toda la fiscalización que se requiera, pero no poner en peligro la democracia que nos ha costado muchísimo trabajo recuperar en el Perú luego de los años espantosos, llenos de sangre, llenos de robos del señor Fujimori. Así que creo que esta es una situación límite, la que muy pocos han querido y, estoy seguro, la mayoría no quiere.

Finalmente, lo que demandan es un liderazgo del presidente de la República, ¿qué puede hacer él en este contexto para salir de este entrampamiento?

Una democracia se hace a través de concesiones recíprocas. El gobierno debe abrirse al diálogo con la oposición, desde luego. El gobierno debe dar gestos, debe tomar iniciativas que permitan el restablecimiento del consenso democrático, sí. Pero también debe hacerlo la oposición. La manera como, digamos, ya no digo el gobierno, sino Nadine Heredia, que se ha convertido en el blanco… A mí me parece una enorme injusticia, creo que Nadine Heredia es una persona que ha funcionado dentro de lo que es perfectamente aceptable para una primera dama. Creo que se le reprocha la enorme popularidad que ha tenido.

Que tuvo y que ya no la tiene. El personaje más atractivo de este gobierno puede correr el riesgo de convertirse en el más detestado.

Más bien con la campaña que hay, con el poder extraordinario de todos los medios orientados a destruir a Nadine Heredia, lo extraordinario es que tenga 30% de popularidad, debería tener 5% o 6%. Ha sobrevivido a los ataques y demuestra que tiene no solo inteligencia, porque es una persona inteligente y preparada, sino además esa piel de elefante que deben tener los políticos. Y en el Perú mucho más si quieren ser exitosos.

Muchas gracias por esta entrevista, y curioso que tu regreso a veces coincida con los momentos más turbulentos en la política.

(Risas). Pues supongo que no estás sugiriendo que yo los traigo.

Además, llegas justamente en un día tan complejo como hoy (ayer).

Ojalá nuestros parlamentarios, y digo nuestros parlamentarios porque los hemos elegido nosotros, tengan ese sentido de realidad. Por eso que decía Pascal que era tan importante: un sentido de la realidad. No sigan actuando irresponsablemente, permitan que este gobierno funcione, vamos a fortalecer nuestra democracia, que eso es lo que nos va a permitir ejercer el derecho de crítica, el derecho de fiscalización que es absolutamente fundamental y que con las dictaduras desaparece inmediatamente.

“Me hace ilusión que Lima sea centro de actividades culturales”

Habíamos pactado esta entrevista hace como tres o cuatro semanas, cuando tú regresabas de Europa para hablar de un montón de temas, de una actividad cultural que vas a tener. Y esto nos agarra en un momento político muy interesante, así que lo primero: ¿de dónde vienes, cómo estás?

Vengo desde Italia, he estado terminando una obra de teatro que ocurre en Florencia y fui allí, y he podido trabajar muy bien este mes y, efectivamente, ya la he terminado. Y ahora llego al Perú con una agenda muy cargadaporque tenemos varias actividades, unas más bien políticas y otras puramente culturales.

¿Esta política cuál es?

La de la FIL.

¿Qué cosa es la FIL?

Es una Fundación para la Libertad y que trata de ser algo así como sombrilla de organizaciones que promueven las ideas liberales, la democracia liberal, la economía de mercado. Ya hemos tenido, esta va a ser la tercera reunión que hemos tenido en Lima. Y van a venir personas interesantes, vienen dos ex presidentes. El ex presidente de México Felipe Calderón, el ex presidente de Chile Sebastián Piñera. Viene el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri; una de las líderes de la oposición venezolana, María Corina Machado. Bueno, van a participar muchos peruanos también. Y se trata de pasar revista a la situación de América Latina, cuál es el estado de la democracia. Y luego tenemos la primera bienal del premio de novela que lleva mi nombre.

Mario Vargas Llosa.

Sí, ya hay tres finalistas. Dos españoles y un latinoamericano. Juan Bonilla y Rafael Chirbes, que son escritores españoles muy prestigiosos y el colombiano Juan Gabriel Vásquez.

¿Tú participas en el jurado?

No, yo no participo. Ni siquiera he leído las tres novelas finalistas, las tengo en mi escritorio y voy a leerlas ahora. Pero con ese motivo estamos invitando a unos 30 escritores, peruanos, latinoamericanos, para que en estos días, con motivo de la entrega del premio, haya una serie de seminarios, de mesas redondas en donde van a participar por supuesto muchos escritores peruanos. Para crear un clima de entusiasmo que empuje un poco la curiosidad hacia la literatura contemporánea. Así que me hace muchísima ilusión en que en estas semanas Lima se convierta en el centro de actividades culturales.

¿Y tú vas a participar?

Sí. Yo voy a participar. Y voy a participar incluso en algunas de las mesas redondas.
(la república)