Trujillo.- El dirigente nacional del Partido Aprista Peruano, Omar Quesada, concedió esta entrevista a Correo desde Lima, en un momento en que el calor de las elecciones internas de su partido se ha intensificado en Trujillo, luego que el presidente regional José Murgia lanzara su precandidatura.
Como se sabe, en los últimos días Víctor León renunció a ser precandidato a la región, no sin dejar de lanzar críticas, mientras que Daniel Robles hizo lo propio.
El clima interno en el partido aprista en Trujillo no es de los mejores hoy a raíz de que José Murgia lanzara su precandidatura. ¿Qué apreciación tiene de esta situación?
Primero, yo entiendo que son reacciones producto del calor electoral interno y hay que ser comprensivos, sobre todo en el mes de la fraternidad con los compañeros. En segundo lugar, no puede haber imposiciones si hay un proceso absolutamente transparente donde se han podido inscribir todos los que han querido y donde serán los ciudadanos y los militantes los que decidan la suerte de quienes serán los candidatos. Es un sinsentido hablar de imposición.
Sin embargo, Robles ha señalado que usted al declarar y ponderar la calidad de candidato que sería José Murgia a la presidencia regional, está en cierto modo mostrando un favoritismo o preferencia hacia este, en detrimento del otro precandidato, en este caso Robles.
No. Es una percepción absolutamente equivocada. La primera regla del decálogo aprista dice: un aprista que habla mal de otro aprista no es aprista. Y si me preguntan por el compañero Murgia yo no voy a hablar mal de él. Si me preguntaran por el compañero Daniel Robles, yo diría que ha sido un gran parlamentario, diría que es un extraordinario profesional, uno de los pocos especialistas en su rama. Robles es un hombre de absoluta honestidad. Cuando estuvo en el Congreso demostró su capacidad, así que cualquiera de los dos podría ser buen presidente regional.
Pero hay algo que es cierto. El año pasado en Trujillo usted habló de un recambio generacional necesario en el partido y hasta deslizó la posibilidad de "jubilar" -con ese término- a José Murgia. Ahora, por lo visto, ya no piensa lo mismo.
No, yo soy coherente con lo que he dicho. Yo creo que cada persona en determinado momento cumple roles y los procesos tiene que darse al interior de una organización, igualmente con las características de cada lugar. Yo entiendo que los procesos en La Libertad son mucho más largos, pero la norma partidaria aprobada por el plenario la estamos cumpliendo nosotros como organización nacional. En primer lugar, para exigir que por lo menos el 60% de la listas de candidatos sean personas menores de 35 años; y en el otro lado es que sea democrática la elección de las autoridades. Si el compañero Murgia se presenta y hay personas que lo respaldan y creen que tiene que dar mucho a La Libertad, esa elección se da en el partido.
No es momento entonces de jubilar a Murgia todavía.
Los trujillanos son los que eligen sus candidatos, el partido no puede cortarle dictatorialmente la carrera a una persona.
Víctor León también parece haber recordado aquella posición suya porque ha mencionado que, de un momento a otro, la dirigencia nacional aprista pasó de tener una posición contraria a la reelección de Murgia a apoyarla públicamente. ¿Qué diría a ello?
El interés de la dirigencia nacional se mantiene en la dirección correcta respecto de una renovación del cuadro de la autoridad nacional. Primer punto. En segundo lugar, los candidatos del partido, repito, van a salir elegidos democráticamente. Sería inconstitucional e infraterno anular la pretensión de un compañero. En consecuencia, quien busca tener liderazgo en el Apra tiene que conseguirlo sin ningún tipo de padrino. Yo no puedo quitar a un compañero para ponerme en su lugar ni pretender que la dirección nacional quite a un compañero para ponerme en su lugar.
¿Cree que eso es lo que estaba pretendiendo Víctor León?
No sé qué pretenderá, pero yo digo lo siguiente: en el Apra cada uno logra su lugar. A los que somos dirigentes, nadie nos ha regalado el puesto.
¿No tiene razón entonces Víctor León cuando señala que las sucesivas reelecciones de Murgia han truncado a más de un cuadro del Apra?
Pero al compañero Pepe Murgia lo han designado candidato en sucesivamente elecciones.
¿Está diciendo que esa afirmación no tiene asidero?
Bueno, hay diversidad de opiniones, están en su derecho. Pero la única forma prevista en la Constitución de llegar al poder es a través de elecciones, y la forma más democrática está implementada en el partido aprista, esto es, que el pueblo elija a sus candidatos.
¿Usted qué opinión tiene de Víctor León?
Yo tengo la mejor opinión de mis compañeros, salvo que demuestren lo contrario.
¿Esta situación en torno a Murgia no le pasará factura al Apra durante la campaña, por los resentimientos que se puedan engendrar?
En el Apra, después de las elecciones internas y luego de que pongamos a los candidatos, tendremos muchas mayores razones para estar unidos, fuertes y seguros de la victoria.
¿Está seguro que estos celos no trascenderán en la campaña misma?
Como decía al inicio, son acciones y conductas producto del calor electoral interno. Cuando baje la fiebre los compañeros volverán a pensar en el pueblo y en el partido.(correo)