Créditos: Alberto Mendoza
Dos festividades se unen cada 15 de agosto en la ciudad andina de Huamachuco, cuando se celebra el aniversario de su fundación y la fiesta en honor a la Virgen de Alta Gracia.
Es la gloriosa tierra del señorío de los Wamachucos y escenario de una de las gestas más trascendentes de nuestra historia.
Es Huamachuco, ciudad andina y capital de la provincia Sánchez Carrión, cuna de hombres célebres y pueblo vibrante, orgulloso de su pasado y creyente acérrimo de su Virgen de Alta Gracia.
Así es Huamachuco, todo un poema que late en sus entrañas telúricas, aquellas que nos legaron los muros infranqueables de Marcahuamachuco, una joya arquitectónica edificada a base de piedra tallada en armoniosa conjunción con la virilidad propia del hombre andino.
En agosto, Huamachuco está de fiesta y lo celebra por partida doble, allí a 3 mil 169 metros sobre el nivel del mar, en la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes, donde el cielo se junta con los cerros para formar un solo espacio lleno de fulgor y esperanza.
Precisamente cada 15 de agosto, en medio del creciente entusiasmo popular, se unen también las dos festividades más importantes de Huamachuco.
Por un lado, la ciudad festeja con gallardía sus 460 años de fundación española y, por otro, los fieles se entregan con entrañable amor a los eventos programados por la fiesta de su patrona bendita, la Virgen de Alta Gracia.
Riqueza arqueológica y rincones turísticos inolvidables adornan tradición de la urbe andina, colmada con personajes de renombre como José Faustino Sánchez Carrión, Abelardo Gamarra “El Tunante” o Ciro Alegría.
Del primero, sólo basta señalar que fue un prócer de carácter indomable. Le decían “El Solitario de Sayán” y tuvo una decisiva participación en la instauración del gobierno republicano, destacando su aporte la redacción de la primera Constitución Política del Perú.
Con relación a “El Tunante”, será necesario resaltar su enorme potencial intelectual y aquella inédita osadía con la que defendió nuestros colores durante la guerra con Chile convirtiéndose en impulsor del nacimiento de nuestra salerosa marinera tal como la conocemos en la actualidad.
Sobre Ciro Alegría se han dicho muchas cosas y se han escrito otras también. Será quizá porque se trata de un representante literario de primera línea, poseedor de una febril imaginación, generadora de obras que no han perdido ni un ápice de su importancia.
Entonces, y con los 21 camaretazos de rigor, la sesión solemne en su imponente plaza central y una misa que congrega a cientos de devotos, Huamachuco rememoró su grandeza.
Pero no se trató solo de recordar un pasado memorable. Huamachuco dejó en claro su aspiración de andar con brío por la senda del desarrollo, siempre bajo la atenta mirada de la Virgen de Alta Gracia, la patrona celestial que guía los pasos de sus hijos en las alturas del ande liberteño.
Por: Jorge Rodríguez (RPP)