Multitudinaria muestra de fe se registra año a año con la realización de esta actividad católica en la Ciudad de la Eterna Primavera.
- La realización del Corpus Christi en el últimos años tomó gran impulso gracias al arzobispo Miguel Cabrejos. Tras la misa, el recorrido se realizó sobre 40 alfombras florales y 20 arcos adornados.
Una impresionante muestra de fe nos deja el último Corpus Christi, que se realizó el jueves 30 de mayo en la Ciudad de la Eterna Primavera. Miles de trujillanos expresaron su devoción a Jesús con cánticos, rezos y coloridas ofrendas florales en los alrededores de la plaza de armas.
Esta actividad católica reafirma el liderazgo del monseñor y arzobispo metropolitano de Trujillo, Miguel Cabrejos Vidarte, en transmitir el mensaje de Jesús y del papa Francisco.
Es justo reconocer que la principal autoridad eclesiástica del Arzobispado Metropolitano de Trujillo ha logrado despertar el espíritu del catolicismo con eventos donde se congrega la fe y la esperanza.
Desde su llegada a Trujillo, el arzobispo ha promovido hasta dos veces la llegada de la Inmaculada Virgen de la Puerta de Otuzco y hace unas semanas la del Cristo de Ayabaca de Piura, con lo cual obtuvo un impacto emocional y de gratitud de sus incontables fieles y seguidores de estas imágenes.
El jueves desde tempranas horas, los trujillanos de diferentes sectores se concentraron en la plaza de armas para participar de la Solemnidad del Corpus Christi. Durante la homilía, los fieles permanecieron arrodillados sobre el cemento de la plaza de armas.
Este año, el representante del papa en el Perú, monseñor James Patrick Green, ofició la misa. Pidió que oren por él para seguir trayendo el mensaje de Francisco, el pontífice latinoamericano.
Posteriormente, el mar humano acompañó con cánticos y oraciones la procesión del Cristo de Eucaristía. El recorrido que tuvo después de la misa fue sobre 40 alfombras florales y 20 arcos adornados. Acompañaron el recorrido personas de la tercera edad, discapacitados y escolares.
Y así, entre la multitud, el cuerpo de Cristo hecho pan, derramó su bendición sobre los fieles quienes, esperanzados, elevan sus oraciones porque cese la violencia y caos en la ciudad, porque Trujillo, día a día, siga creciendo en fe.
Por: Davinton Castillo (RPP)
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