Por: César Lévano
El presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, es de los que creen que al que madruga Dios lo ayuda. Sin duda con ese criterio ha lanzado su “Frente Amplio de Izquierda”.
El Frente está exclusivamente formado por militantes de Patria Roja y grupos afines. No es, entonces, muy amplio que se diga.
Los dirigentes de Patria Roja creen probablemente que la lucha contra el proyecto Conga puede convertirse en votos, y los votos, elevar a Santos a la presidencia de la República.
No hay tal transfusión. Patria Roja debiera saberlo, puesto que domina el movimiento magisterial, pero en las elecciones generales no obtiene ni el diez por ciento del voto de los maestros.
Esto nos trae a la memoria que en el último proceso electoral los dirigentes de Patria Roja madrugaron también. Cuando Ollanta Humala comenzaba a despuntar como candidato, se apresuraron a ofrecerle su apoyo incondicional, sin pacto ni acuerdo programático. Después, cuando se percataron de que otros izquierdistas también se sumaban a Ollanta, se apartaron de la corriente.
Con su prisa electoral, Santos desacredita al movimiento popular que rechaza el proyecto y que abarca, él sí, sectores políticos diversos y personas sin más partido que la defensa del medio ambiente y la agricultura de Cajamarca.
El apuro de Santos debilita de hecho el frente único cajamarquino y refuerza a la derecha y a la empresa, que enarbolan la falacia de que todo el movimiento contra Conga es solo un movimiento electorero.
La empresa Yanacocha y su socio mayor Newmont Mining no descansan. El martes 22, tres días después del anuncio de Santos, aparecieron en muros de Cajamarca y Celendín afiches con la cara del padre Marco Arana y la leyenda “Presidente 2016”. Es evidente que esa promoción es una maniobra confusionista de la empresa.
¿No se han percatado Santos y sus promotores de las consecuencias de su movida?
Recordemos que el Colectivo Cajamarca, defensor de Conga, ha convocado a una marcha para el 29 de mayo, dos días antes de que comience el paro regional contra el proyecto.
Todo indica que los señores de Yanacocha no van a vacilar en movilizar un “frente amplio” que bien puede recurrir a la provocación y la violencia. Esos empresarios tienen su historial al respecto. Poderoso caballero es el minero.
Santos debería disolver su iluso “Frente Amplio de Izquierda”, propiciar un debate ideológico, no solo político ni menos politiquero, y declarar que cualquier aspiración electoral debe ser pateada para adelante.
Por eso mismo es necesario que los sectores opuestos al proyecto junten el mayor número de adhesiones. El sectarismo, viejo mal de nuestra izquierda, no le hace ningún bien a la lucha por la justicia, la democracia y el bien común.
No por mucho madrugar amanece más temprano.(la primera)