domingo, 15 de abril de 2012

EL AGUA POTABLE DE HUAMACHUCO


Por: Dionicio Mantilla León

Un tema que permanece siempre latente y es materia de fuerte preocupación por parte de la población huamachuquina es lo referente al agua potable, suministro del líquido elemento que a la fecha permanece irresoluto a pesar del tiempo transcurrido y las mil ofertas hechas por las diferentes administraciones que han ocupado la Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión.

Como es público y notorio muchas alternativas de solución se han planteado, pero ninguna ha acertado en cuanto a su viabilidad y posterior concreción, más aún, ninguna ha hecho realidad el abastecimiento con agua realmente potable.

En efecto, todas han abastecido de un agua no potable y, es más, según los sucesivos estudios microbiológicos realizados por personal especializado del MINSA todos han arrojado la existencia de restos indeseados no aptos para el consumo humano y aún así la población huamachuquina, porque no tenía otra alternativa, se ha visto en la necesidad de abastecerse de ella con inminente riesgo de su salud.

Como es ampliamente conocido el agua que se consume tiene como fuente el escaso caudal del río Grande en las inmediaciones del sector “Molino Grande” el cual, luego, es mínimamente tratada en una planta de procesamiento de potabilización, la misma que con el transcurrir del tiempo ha quedado desfasada teniendo en cuenta los últimas innovaciones tecnológicas que han surgido a través de las cuales se consigue optimizar la pureza de este liquido esencial para la vida humana algo que se hace muy necesario para un devenir normal y la salvaguarda de la salud del pueblo huamachuquino.

De otro lado, en estos últimos años tanto las 2 administraciones anteriores como la actual han intentado buscar otra fuente de abastecimiento de agua existiendo como posibilidad la laguna de Cushuro en las alturas del mismo nombre cerca al Huaylillas lamentablemente se topó con determinadas incomprensiones e impases con la comunidad, surgiendo además fuertes discrepancias respecto a costos y otro tipo de dificultades. Sin embargo, de manera extraoficial, se conoce del surgimiento de una nueva posibilidad de conseguir otra fuente de abastecimiento de agua para nuestro pueblo y, a decir de quienes hoy conducen la administración edil, que lidera Luis Rebaza Chávez, muy pronto se hará una feliz realidad. Un intento que viene siendo objeto de un manejo estratégico que ojalá dé muy buenos resultados.

Demás está decir que el agua, por derecho natural y legal, no es propiedad de nadie en particular. Nadie, que lo escuchen bien nuestros amigos de las comunidades campesinas que conforman nuestra provincia, por Ley, ninguna persona o grupo de personas puede irrogarse el derecho de sostener que es propietario del agua de los manantiales, ríos, lagos o lagunas pues estas fuentes acuíferas nos pertenecen a todos los peruanos por igual, de tal suerte que ningún peruano por más que el agua se encuentre en su terreno o sea ancestralmente utilizado por una familia o comunidad puede ser objeto de propiedad. Esto no significa, por supuesto, un arrebatamiento abusivo de dicha agua por parte de alguna autoridad sino más bien materia de un diálogo y como fruto de él, el surgimiento de una actitud solidaria, del fraterno compartir, es decir de un acuerdo amistoso entre las partes y en donde el beneficio sea mutuo.

Así las cosas, resulta por demás indiscutible la imperiosa necesidad de encontrar una fuente de agua que sirva para abastecer en cantidad y calidad suficiente a nuestra comunidad huamachuquina. A la presente gestión edil, que encabeza Luis Rebaza Chávez, le asiste la obligación y el compromiso ineludibles de concretar esta vital obra para nuestro pueblo. Finalmente, es preciso recordar que un pueblo sin agua potable es un pueblo muerto y Huamachuco significa vida, energía y futuro promisor. No lo olvidemos.