domingo, 17 de octubre de 2010

LA OBRA QUE INTERNACIONALIZO AL NOBEL


Por: César Lescano Gavidia
Una de las últimas ocasiones que me interesé por saber de uno de los mejores escritores de habla hispana, fue cuando una institución trujillana, la Universidad César Vallejo lo condecoró como Doctor Honoris Causa. En aquella ocasión recordé dos o tres obras que me habían parecido interesantes, sobre todo las que fueron llevadas a la pantalla grande, como es el caso de: La Fiesta del Chivo, Pantaleón y las Visitadoras o La Ciudad de los Perros, esta última le ha dado el reconocimiento más anhelado por miles de escritores en el mundo.
Don Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, actual Premio Nóbel de Literatura, arequipeño de nacimiento, del quien se habla infinidad de cosas en estos últimos días, ha hecho que este humilde servidor, busqué en su penosa biblioteca la obra que le dio el alcance internacional, la cual ha logrado que escriba un resumen interpretativo de la magnífica novela.

Creo que hasta el menos culto o quien esté iniciando sus estudios en algún curso de literatura conoce que la primera novela, del escritor fue: La ciudad y los perros (1962), obra que catapultó a Mario Vargas Llosa al escenario literario internacional, pues con ella obtuvo el premio Seix Barral, la más importante distinción literaria en lengua castellana de ese momento. Como es sabido, ‘perro’, aparte de sus significados conocidos, en nuestro país es utilizado para nombrar a los cadetes más jóvenes de los colegios militares.
La novela narra las aventuras y desventuras de un grupo de cadetes del colegio militar Leoncio Prado de Lima. La anécdota ha sido contada muchas veces: el cadete Porfirio Cava roba un examen de química, antes de que la prueba sea rendida, siguiendo las instrucciones de un grupo secreto que impone el terror y la violencia en el colegio militar y cuyo jefe indiscutido es el temible Jaguar.
Las autoridades descubren el delito y el más dolido es un muchacho al que llama ‘el esclavo’, cuyo verdadero nombre es Ricardo Arana, que no puede ver a su enamorada Teresa. El esclavo denuncia a Cava, quien es expulsado de la institución.
La sospecha de que hay un soplón en el grupo desespera a los cadetes del círculo secreto, pero sobre todo al Jaguar, que exige el cumplimiento de un código de honor. En una maniobra militar el Esclavo recibe un balazo en la cabeza y muere poco después.
Aunque todos sospechan del Jaguar, las autoridades temen las consecuencias del escándalo y en la versión oficial se establece que se trata de un accidente. Alberto, llamado el ‘poeta’, por su afición a las letras y porque escribe las cartas de amor de varios de sus condiscípulos, rompe con los pactos que lo unen al círculo y acusa al Jaguar ante el capitán Gamboa, el hombre aparentemente más honrado de la institución. Pero el pacto del silencio se ha extendido por toda la institución.
El caso se da por cerrado y la investigación no se reabre. Alberto se ve amenazado por las autoridades, que se muestran dispuestas a mostrar a sus padres las novelitas pornográficas que escribe para vender a sus compañeros. Alberto cede, entonces, como también cede Gamboa, que ha perdido un ascenso.
De modo general puede decirse que Mario Vargas Llosa en sus primeras novela emplea recursos expresivos de bastante complejidad.
Pero, paralelamente, Vargas Llosa ha ido desarrollando, en la medida que ampliaba el círculo de sus lectores, una literatura más convencional, menos audaz, con propósitos de diversión y, por lo tanto con recursos expresivos más limitados y al alcance de lectores menos exigentes.
(Felicitamos al periodista huamachuquino César Lescano Gavidia, hijo del conocido profesor Humberto Lescano Roncal, quien se desempeñara como presidente del Fedip Sánchez Carrión)