lunes, 16 de agosto de 2021

La otra cara de la minería

LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL PROVOCADO POR LA ACTIVIDAD MINERA EN EL CERRO DE EL TORO ES UNA PESADILLA QUE NO TIENE CUANDO ACABAR SIN QUE NINGUNA AUTORIDAD SE PREOCUPE EN SOLUCIONAR CONVIRTIENDO LAS COMUNIDADES ALEDAÑAS EN PUEBLOS FANTASMAS.

El cerro El Toro de Huamachuco. Antes era verdor hoy está muerto.

Por: Dionicio Mantilla León

      “No podemos respirar! ¡Nuestra casa está llena de polvo! ¡Mis animalitos se mueren! Ya no podemos sembrar!. Huele feo!. ¡El agua esta contaminada! Las explosiones nos ensordecen y las paredes de nuestras casas se agrietan! ¡Señores autoridades, por favor ayúdennos!” Son los desesperados gritos de cientos de personas cuyo medio ambiente se encuentra contaminado y reclaman ayuda a las autoridades. ¿Son acaso pobladores de la Ciudad de Cerro de Pasco o de la Oroya lugares en donde las mineras irresponsables vienen destruyendo poco a poco la vida de los lugareños?

       ¡No! ¡No son de esos lejanos lugares! Son los moradores de las comunidades campesinas de los alrededores de la ciudad de Huamachuco. Son los gritos de hombres y mujeres, de niños y jóvenes, lanzados el último sábado en Radio Los Andes de Huamachuco, que por desgracia tienen sus casitas, animales y sembríos cerca al cerro El Toro. Son los caseríos de El Toro, Shiranmaca, Coigobamba, Paranshique y Cumumbamba Cientos de moradores que viven de los que producen sus chacritas y que hoy tienen que sufrir la pesadilla de vivir muy cerca de lo que años atrás fuera el histórico caserío de El Toro lugar que sirviera de centro de herrería donde se  fabricaron las armas que utilizara nuestro ejército contra los invasores chilenos en las llanuras de Purrumpampa o La Cuchilla.

      Un caserío El Toro cuyo suelo años atrás existiera un cerro que era un  monumento a la vida por el multicolor de sus chacras y bosques, pero que, hoy, luce convertido en un cementerio, en un monumento a la muerte con decenas de cruces aún no levantadas como fatídicas señales de que allí murieron decenas de hermanos mineros victimas de la ambición de riqueza de un grupo de personas inescrupulosas que menosprecian la vida ajena. Mineros irresponsables que, como las huestes de Atila, vienen sembrando la muerte en una zona anteriormente hermosa, pero que al surgir la fiebre del oro contrataron a campesinos como obreros sin brindarles ninguna medida de seguridad provocando su muerte.

     Siempre se ha dicho que la minería informal es la que origina la contaminación, pero ahora, según afirman los moradores, son también las empresas formales las que al parecer no respetan las normas legales de explotación minera.    

    Nadie está en contra de la minería por cuanto somos conscientes de que es una importante fuente de divisas (dólares) Y eso está muy bien por ello las autoridades deben brindarle las facilidades del caso, pero siempre y cuando se desarrolle de manera correcta sin atentar contra el medio ambiente ni contra la vida y respetando la llamada responsabilidad y rentabilidad social. De allí que resulta muy necesaria la intervención supervisora de las autoridades de Energía Minas en esta zona, así como importante resulta que el gobierno lleve a la práctica la zonificación económica territorial del país vale decir un trabajo de ubicación de los lugares apropiados para la explotación de nuestros recursos naturales que concluya en un mapa en donde estén determinados los lugares para el desarrollo de actividades agrícolas, cual para la minería, ganadería e  industria. 

   Pero el problema no es de estos tiempos, viene de años atrás provocando la rotura del equilibrio ecológico y destruyendo la hermosura del paisaje anterior y cuando las autoridades han querido intervenir para investigar las causales de las muertes de algunos obreros sencillamente no se les ha dejado ingresar. Es más, en estos últimos tiempos el Consejero Regional Dr. Greco Quiroz se encuentra empeñado en lograr la   supervisión departe de las autoridades regionales y nacionales de esta zona minera la misma que se desconoce el avance de sus gestiones.

¿Es la guerra mundial? No. Es una explosión en el cerro El Toro.

NUESTRA INVOCACIÓN 

 A través de este medio llamamos a los campesinos afectados para que se organicen en Comités de Defensa y defiendan su derecho a la tranquilidad y la intangibilidad de sus propiedades e inviten a los nuevos congresistas para que sean sus intercesores ante el ante las autoridades de Energía y Minas; asimismo, nuestro llamado a las autoridades provinciales, regionales y nacionales para que asuman el rol que por Ley les corresponde cual es el de ser defensores de los intereses de la comunidad y se fajen por ella, pues su cargo no es sólo para figuretear y asistir a ceremonias cívicas.

De otro lado, pedimos también a los que se dedican a la actividad minera para que sean conscientes y consideren que los moradores afectados por la contaminación podrían ser sus familiares. Señores trabajen en eso pero, pero respetando las normas legales. La labor de la minería irresponsable y contaminadora del medio ambiente constituye una acción condenable, criminal y debe ser detenida y sancionada severamente. Ella constituye la otra cara de este importante sector económico de nuestro país. De otro lado la minería responsable y respetuosa de la Ley merece nuestro respeto. Como sabemos esta actividad motiva nuestra satisfacción y orgullo pues su producción ocupa  los primeros lugares a nivel latino americano y mundial.     

¿QUIÉN DETIENE ESTE INFIERNO?

Humo contaminante destruyendo los cultivos cercanos al cerro El Toro.


Según el Gerente Regional de Energía, Minas e Hidrocarburos de la Libertad, Raúl Araya el Cerro El toro es el principal foco de contaminación a nivel nacional y el único donde se trabaja con cianuro a tajo abierto. ¿Qué dice la Gerencia Regional del Medio Ambiente y la Fiscalía?  Hasta hora se sabe que han muerto 78 obreros y trabajan niños y niñas en condiciones infrahumanas. 
¿QUIÉN DETIENE ESTE INFIERNO?


Se trabaja con cianuro a tajo abierto.