El ejemplo de un barrio unido frente a la violencia de las bandas de desadaptados.
Ante la persecución de la cual es objeto Rosa María Palacios, a quien atacan los adeptos de ‘La Resistencia’ y otros grupos de desadaptados que invaden la privacidad de la zona en la que se ubica la casa de la comunicadora, y rompen la tranquilidad con sus agresiones verbales, sonidos estridentes y otras manifestaciones de odio; el barrio de Miraflores, en el que reside RMP desde hace 30 años, decidió responder.
Se trata de una reacción ciudadana espontánea con la que se busca mostrar que la impunidad con la que suele tratarse a estos desadaptados por parte de la Municipalidad de Miraflores o la policía de la zona no es correcta. Las autoridades ediles no han sido capaces de defender a una vecina del distrito en estos ataques que se renuevan cada cierto tiempo. Tampoco lo ha hecho la policía, que ha dejado hacer a su antojo y por horas los desmanes que caracterizan a esta banda lumpen.
Lo último ha sido el cerco de personas insultando y agrediendo a la abogada a la salida de un centro comercial, lo que pone su salud en riesgo.
Los vecinos de RMP se han reunido con ella para manifestarle su solidaridad y expresarle que no van a admitir que se sigan violentando su seguridad y tranquilidad, sin que exista autoridad municipal ni policial que haga cumplir las ordenanzas efectivas para este tipo de intervenciones riesgosas y amedrentadoras.
Se tomarán medidas en pleno respeto de la ley y de las libertades democráticas, que dejen en claro que se trata de un barrio unido que hace frente al agresor. Se protegerán la tranquilidad y la privacidad de vecinos que no tienen por qué ser sometidos a la violencia callejera generada por esas bandas delincuenciales con vínculos probados con organizaciones políticas.
La respuesta organizada de un distrito es una buena noticia y un gran ejemplo para otras comunidades de vecinos, a los que se les amenaza o coacciona en función del miedo. Hay que recordar que la ausencia de respuesta oficial no significa concederles el espacio al delito y a la anomia. Tengamos presentes que comunidad somos todos. Abajo el miedo.