Esta es la manera en la que decenas de ciudadanos deben afrontar la difícil situación que les toca vivir mientras esperan la mejora de sus familiares que se encuentran internados en el Hospital Regional Docente de Trujillo. Muchos de ellos esperando la ayuda de personas caritativas pues no tienen ni para alimentarse a diario. A continuación, les presento la historia del señor Juan Alberto de 35 años de edad quien es padre de familia de un pequeñito de tan solo un año y medio diagnosticado con diabetes, Él junto a su esposa y su bebé llegaron hace 20 días desde Julcán para lograr que su niño sea tratado.
A falta de un lugar para hospedarse por la difícil situación económica que atraviesan, don Juan Alberto a diario lava la ropa de su bebé en el parque utilizando la manguera con la que el personal del SEGAT riega las áreas verdes, aquí no importa el intenso frío, ni el qué dirán, lo único que espera es la mejora de su menor hijo. Lamentablemente cuando llega la noche la única manera de descansar para estas personas es en el piso con algunos cartones y sábanas pues tampoco tienen familia que los respalde ya que en su gran mayoría vienen de lugares alejados a la ciudad.