Por: Dionicio Mantilla León
Todos los peruanos somos conscientes de lo importante que resulta devolverle a la educación el rol trascendente que tiene en el devenir de nuestra sociedad. Una tarea que nos compromete a todos, pero principalmente a los padres de familia y maestros; sin embargo, preguntamos ¿Cuál es el rumbo que se le sigue imprimiendo a la educación peruana?
Todos conocemos de las falencias del que adolece nuestro sistema educativo las cuales las ponemos al descubierto cada vez que nos encontramos ad portas de un nuevo año escolar, motivo por el cual, a la par que reconocemos su importancia, hacemos notar sus carencias; empero, nuestros gobernantes hacen anuncios de preocupación por el quehacer educativo haciendo declaraciones novedosas de cambio, pero, también, otras, insulsas e irreales no acordes con la realidad de este sector de la vida nacional.
En el primer caso, para este año el MINEDU vienen anunciando algunas novedades educativas como el que a partir de este año la evaluación con letras que se lleva en el nivel primario (AD_A_ B_C) será extendido al primer año del nivel Secundario; asimismo, “El uso de la falda por las alumnas es opcional, si lo desean pueden acudir con pantalón o cualquier otra prenda de vestir”; además, los padres de familia deberán presentar el examen de hemoglobina de sus hijos al matricularlos en el nivel Inicial; que los alumnos que lleguen tarde podrán ingresar al Centro educativo; y, que por el intenso calor quedan prohibidas las formaciones escolares.
Algo más, este año se pondrá énfasis en la aplicación del currículum escolar con el propósito de “alcanzar los objetivos de igualdad de oportunidades y ciudadanía, así como enfrentar las prácticas discriminatorias, racistas y sexistas que generan barreras y violencia en la sociedad”; pero, por disposición judicial, queda suspendida en el presente año la aplicación del ENFOQUE DE GÉNERO en el currículum, tema del cual el suscrito se ocupara en otra oportunidad.
En el segundo caso, las autoridades educativas lanzan las siguientes declaraciones: “El Estado va a dedicar buena parte del presupuesto de la república en atender la problemática educativa”, “Este año ningún alumno se quedará sin estudiar”, “La matrícula es automática”, “El uso del uniforme no es obligatorio”, “Los padres de familia no están obligados a entregar
ni un sol por la educación de sus hijos pues la educación es gratuita”. ”Brindaremos una capacitación adecuada a los maestros”, ”Este año incrementaremos en dos oportunidades el sueldo de los maestros.” Declaraciones que, como todos sabemos, son irreales y hasta demagógicas. ¿Con la presentación de este esquema declarativo se orienta la educación peruana hacia lo esencial y al logro de la finalidad máxima de la educación? ¿Se ubica acaso al estudiante como el eje de la educación?
Según nuestro punto de vista la finalidad máxima de la educación es la formación integral de la persona orientada a convertirlo en un elemento útil para sí mismo, así como en un elemento útil a la transformación positiva de su comunidad. Una auténtica educación ubica al alumno como eje central de su misión. La educación es una entidad que trasciende, qué reconociendo las potencialidades individuales de las personas las fortalece fomentando su criticidad, creatividad y solidaridad en su favor y de su comunidad. Esa es la esencia de la educación.
¿Los currículums aplicados en estas últimas décadas cuánto tienen de ligazón con esta finalidad? ¿Cuánto con la problemática de la familia, la comunidad y el país? ¿Se ha hecho una evaluación real del tipo de calificación cualitativa que se viene implementando para luego extenderlo al nivel secundario? ¿Se incide en innovaciones metodológicas y pedagógicas que mejoren la calidad y eliminen males como el “bulling” y la violencia? ¿Nuestros estudiantes cuánto conocen e interpretan la realidad distrital, provincial, regional y nacional con capacidad de plantear alternativas solutorias? ¿Realmente reciben una educación utilitaria que les prepare para la vida presente y futura? ¿No es verdad que la excesiva carga horaria de hasta 8 horas diarias en secundaria del que se ufanan nuestros gobernantes se ha convertido en una tortura para nuestros estudiantes? ¿Porque se mezquina alimentación a los alumnos de Básica Regular, pero si a los delincuentes de todas las cárceles del país?
¿Por qué los cambios educativos nacen de una o dos personas del MINEDU y no del consenso con los maestros y padres de familia a través de Congresos pedagógicos? ¿Por qué nadie se acuerda de poner en agenda el 6% del Presupuesto nacional para educación que hoy llega sólo al 3.9 %? ¿Por qué el gobierno no prioriza las implementación de las Escuelas para padres? ¿Por qué el gobierno no atiende primero los requerimientos de contrato de los más de 120,000 maestros desocupados en lugar de preferir a maestros extranjeros?
Con la excepción de algunos anuncios válidos considero que el gobierno no afronta a cabalidad la esencia del quehacer educativo y no considera al estudiante como el eje central de la educación. Lamentablemente sigue con los mismos yerros y omisiones de años anteriores y las metas a alcanzar para el 2021 son una incógnita.