Hubo otros casos de sobornos que están siendo corroborados en gobiernos no nacionales: el caso del Callao y del Cusco, y quizás, el de la comuna de Lima.
1.- Hay dos tipos claros de entrega de dinero de Odebrecht y de las otras empresas brasileñas (que por cierto aún siguen pasando piola) del caso Lava Jato: los aportes de campaña y los sobornos por licitaciones de obras.
2.- Hasta ahora, los aportes confirmados se dieron en dos casos puntuales: la campaña de Ollanta Humala a la Presidencia y la campaña del No a la revocatoria de Susana Villarán, recientemente revelada.
3.- Los sobornos confirmados hasta ahora están en los gobiernos de Alejandro Toledo y en el segundo gobierno de Alan García (por la obra de la Interoceánica y la del metro de Lima, respectivamente). El primero a Alejandro Toledo a través de un testaferro, y el segundo a una serie de funcionarios de segundo rango del gobierno aprista. En el primero queda claro el destinatario final; en el segundo aún es difuso y poco claro.
4.- Hubo otros casos de sobornos que están siendo corroborados en gobiernos no nacionales: el caso del Callao y del Cusco, y quizás, el de la comuna de Lima.
5.- Queda claro que las prácticas de la empresa brasileña han sido las de apoyar las campañas de los candidatos principales, por una cuestión autónoma, propia de su política de inversiones para mantener el negocio con prosperidad, tal como lo ha manifestado el mismo Marcelo Odebrecht. El Apra, Keiko Fujimori y PPK están muy probablemente en este tinglado (salvo que hayan tenido la entereza de rechazar dichos apoyos).
6.- La diferencia con los aportes a Humala y Villarán es que en ambos casos tuvieron el aval o la familiaridad del partido de Lula Da Silva, es decir, se trató de un apoyo político, ideológico, de la misma caja que Odebrecht le reservaba. El resto de aportes, aún por corroborar, obedecían a decisiones autónomas de la empresa y de su conveniencia.
7.- Hay pugnas internas en el Ministerio Público, como quedó acreditada en la denuncia interna sobre la prohibición de preguntarle a Odebrecht por las siglas AG en Curitiba. La lucha, al igual que en el Congreso, pasa por exponer a unos y blindar a otros.
8.- Hasta ahora, los políticos que menos poder tienen, los que no tienen representación congresal ni organización política que los blinde, son los que más comprometidos aparecen. Esto no es casualidad.
9.- La Comisión Lava Jato no aportará nada relevante a las investigaciones: sus integrantes tienen como líderes a personajes comprometidos e investigados, y por tanto harán manipulación política antes que nada.
10.- El periodismo de investigación está jugando su partido aparte y ha sido el que más luces sobre las investigaciones está aportando, a la par de la fiscalía.(correo)