Sin saber que hoy se celebra el Día del Trabajo, cientos de niños trabajan sin control de autoridades.
Sus pequeñas manos y frágiles cuerpos emprenden un día arduo que nunca termina. La precaria situación económica en el núcleo familiar obliga a que los niños tomen las calles de Trujillo (La Libertad) para la venta ambulante, espectáculos callejeros, limpieza de automóviles, reciclaje, o directamente a la mendicidad.
Con el consentimiento de los padres, -y en algunos casos obligados- niños y niñas deambulan por las calles hasta altas horas de la noche, cumplen largas jornadas y no tienen tiempo para estudiar, jugar y menos para soñar.
Sin importar el peligro que corren, ofertan con insistencia sus productos entre vehículos particulares y de servicio público. Algunos, no llegan a los cinco años, pero cruzan calles y avenidas con singular facilidad.
¿Quién celebra un día al niño trabajador? La falta de empleo, crisis y la indiferencia de las autoridades por hacer cumplir con más firmeza las leyes, son algunos de los factores que han provocado un riesgoso incremento de la explotación infantil.(RPP)
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