Por: Dionicio Mantilla León
Uno de los puntos débiles del que adolece la administración pública peruana es la carencia de capacidad de gasto evidenciado al finalizar cada año en el momento de dar cuenta al Ministerio de Economía el récord de Proyectos de Inversión Pública (P. I. P) ejecutados. Un récord en el que, como es costumbre, ningún gobierno regional o local del país llega a gastar el 100 % de su presupuesto programado. Esta anomalía se viene convirtiendo en repetitivo sin hallar una salida al problema.
Pero, el tema no es sólo de la exhibición de datos estadísticos. No. En efecto, esto va más allá, por cuanto tiene que ver con una serie de proyectos de obras que se quedan sin ejecutar perjudicando con ello el derecho de los pueblos a tener una mejor calidad de vida. Y esto lo decimos porque muchos Presidentes de gobiernos regionales y alcaldes minusvaloran esta negligencia sosteniendo que “no importa porque al fin y al cabo podrán ejecutarlo el año que viene”.
Y en esta anómala corriente se encuentra incurso siempre el Gobierno Regional de La Libertad liderado por el Ing. José Murgia, entidad que el año pasado ocupara el último lugar del record de gasto de las 24 gobiernos regionales del país. En la citada anomalía está también la Municipalidad Provincial de Trujillo, representada por el Ing. César Acuña, entidades ambas en donde se supone se cuenta con los mejores profesionales y técnicos. Algo más, la responsabilidad de esta indeseada realidad que año a año se repite en el Gobierno Regional recae directamente en sus funcionarios, sin embargo, su Presidente tercamente asume su defensa en lugar de cambiarlos.
Ahora bien, en estos días llevado por nuestra curiosidad ingresamos a la ventana virtual del Ministerio de Economía y Finanzas dándonos con la muy grata sorpresa de que la Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión, representada por Luis Rebaza Chávez, ha ocupado, el 2013, el primer lugar en capacidad de gasto a nivel regional con un 93% de sus Proyectos de Inversión Pública (PIP) ejecutados, mientras que la Municipalidad Provincial de Trujillo ha ocupado el segundo lugar con 78% de su PIP y Pacasmayo, el tercero con 71%. El último lugar lo ocupa, la Municipalidad Provincial de Bolívar, con 71%. Según dicha ventana virtual la ejecución de proyectos en la Municipalidad huamachuquina, alcanzó el año pasado, la suma de 56’ 500,000 de soles y los principales sectores en donde se ejecutaron dichos proyectos fueron: Cultura y Deportes: 62%; Transporte, el 30% y Educación: el 4%. Sin embargo, cabe destacar que en el 2012 los tres principales sectores en donde se viabilizaron los Proyectos de Inversión Pública fueron: Educación: 42%, Transporte 16%; y Planeamiento y Reservas de contingencia:15%.
ESTO ESTÁ BIEN, PERO…
Al margen de cuestiones políticas es preciso saludar y relievar este hecho que dice mucho de la eficiencia de los profesionales que laboran en la comuna huamachuquina, así como de la diligencia como esta gestión ha venido haciendo realidad las obras comunales. Esto está muy bien, sin embargo, es necesario recordar, reiterando nuestra preocupación que trasunta el sentir de la comunidad huamachuquina, que este es el último año de gestión que le queda a esta administración municipal, es decir, que sea con recursos propios o por gestión, es urgente hacer realidad las obras emblemáticas que requiere la ciudad entre ellas la fundamental: el agua potable.
Enseguida, la Universidad Nacional Ciro Alegría (UNCA), el Palacio Municipal, el relleno sanitario, la poza de oxidación, el mercado municipal, la remodelación de la Plaza de Armas, entre otras. No concretarlas a la brevedad posible sería materia de rechazo y crítica fundada de parte de la comunidad. De otro lado, deben ser atendidos a la brevedad posible los delicados problemas de la inseguridad, el comercio ambulatorio y el transporte que afligen a la población.
Si bien es cierto que la eficiencia de una administración pública se mide por el porcentaje de obras ejecutadas de acuerdo al paquete de proyectos de inversión pública alcanzadas al MEF, mucho más cierto es que el mérito mayor de esta eficiencia está en la ejecución de obras comunales prioritarias y emblemáticas, es decir aquellas que cubran las necesidades más urgentes de la población y que inciden en la mejora de la calidad de vida de la misma, como es este caso. Confiamos que esta reflexión sea tomada en cuenta por la presente administración edil.