EN EL NORTE. Pugnas internas y divisionismo en Trujillo, Piura y Chiclayo no tienen cuándo acabar. Cuestionan duramente a dirigencia nacional por haber llevado al partido a esta situación.
Ysela Vega
Wilson Castro
Frank García
El Partido Aprista Peruano (PAP) continúa en el norte del país sumergido en una profunda crisis y eso podría pasarle la factura en las elecciones municipales y regionales del próximo 5 de octubre, tal como sucedió en el 2010.
Pugnas internas entre dirigentes, dimes y diretes entre precandidatos en estas internas y constantes denuncias contra la cúpula dirigencial de Lima, de tratar de imponer candidatos “a raja tabla”, son una constante en el partido del pueblo.
¿Cuándo terminarán estos conflictos? Por ahora no se avizora un clima armonioso entre los compañeros. Muy por el contrario, se advierte un mayor divisionismo, una mayor polarización.
En Trujillo la renuncia de Daniel Salaverry Villa y la decisión de la dirigencia nacional de suspender la elección del candidato al sillón provincial de Trujillo, que estaba prevista para hoy (ahora será en abril en Lima en convención regional), ha incrementado el malestar en la militancia.
Y aunque la dirigencia regional de La Libertad que encabeza Carlos Martínez Polo pretende minimizar esta situación, está claro que la crisis se ha ahondado y que la tan ansiada renovación de cuadros políticos ha terminado por detenerse. Una renovación que en su momento era encabezada por Daniel Salaverry y que ahora se ha visto truncada luego de la dimisión de este hace más de una semana, argumentando que –al igual que en el 2010– se alistaba una nueva traición en su contra.
¿Qué futuro le viene al partido del pueblo? La verdad que es incierto. Ayer en los pasillos de la casa del pueblo, ubicada en la cuadra seis del jirón Pizarro, se notaba cierta incertidumbre entre militantes y simpatizantes.
Quien se ha mantenido al margen de esta crisis ha sido el precandidato al gobierno regional, José Murgia Zannier, que aspira a un tercer período consecutivo en la región.
De manera que la dirigencia regional tendrá que trabajar duro si es que no quiere sufrir una catástrofe electoral el 5 de octubre. Aún hay tiempo.
TRELLES VS PERALTA
En tanto en Piura, el partido de Haya de la Torre se encuentra más dividido que nunca entre las facciones que apoyan a su secretario general y ex presidente regional César Trelles Lara y aquellos compañeros que aspiran a la renovación de cuadros y proclaman al ex parlamentario Jhony Peralta Cruz como su líder.
Esto a pesar que el ex congresista presentó el 21 de enero pasado su renuncia a la agrupación y además postulará a la región por el movimiento regional “Seguridad y Prosperidad”.
Consciente de la división, Trelles Lara declaró que se encuentra dispuesto a declinar en su postulación siempre y cuando se consolide una alianza con Peralta y este acepte postular con el símbolo de la estrella. Una decisión que tomó luego que la dirigencia nacional excluyera a Piura de las ciudades donde se realizarán elecciones internas para elegir a sus postulantes.
Trelles aspira a retornar al poder después de una calamitosa caída en los comicios del 2010 frente al actual mandatario Javier Atkins Lerggios.
A su turno, Peralta Cruz explicó que su alejamiento del Apra es definitivo.
el apra en chiclayo
Flavio Núñez Ízaga, ex alcalde de Chiclayo, lamentó los últimos acontecimientos registrados en el Apra en Lambayeque, a los que calificó de oscuros, pues evidencian los intereses que existen en la dirigencia y la debilidad estructural del partido, cuyas consecuencias se pagarían con el fracaso en las urnas en el proceso electoral de octubre de este año.
Así lo precisó luego que el ex congresista Humberto Falla Lamadrid y José Barrueto Sánchez, precandidato al Gobierno Regional de Lambayeque y el hasta hace poco precandidato a la comuna chiclayana, respectivamente, denunciaron serias intromisiones y falta de garantías en las elecciones internas del partido de la estrella.
“APRA NO PIERDE CON LA SALIDA DE DSV”
Luis Yengle Ventura Ex Dirigente
Como aprista de base desde hace mucho tiempo vengo repitiendo que la conducción del partido no es buena. En el partido las cosas no se están haciendo de acuerdo a lo que mandan los estatutos y los reglamentos. Las nuevas generaciones quieren servirse y no servir al partido. Estos nuevos elementos no tienen formación aprista.
En el partido no se respeta ahora la trayectoria. Algunos llegan y quieren ser rápido candidatos. La verdad es que el partido no pierde con la salida de Daniel Salaverry Villa, pues este era uno más. No le veo méritos como para decir que es un gran personaje. Haya de la Torre decía que prefería tener en el partido a 5,000 apristas buenos antes que 50,000 malos.
Lamentablemente el partido insiste este año en poner a los mismos candidatos del 2010 para los comicios de octubre. Esto posterga otra vez a las nuevas generaciones, aunque –es cierto– los cuadros que tenemos no han sido adecuadamente formados y publicitados como para que se vayan ganando el aprecio del electorado.(la república)