Así lo sospechan sus padres, quienes indicaron que el cadáver encontrado hace unos días es el de la joven.
La tristeza que la embarga es honda y parece robarle el aliento. Su corazón de madre le hace vaticinar que el reciente cuerpo encontrado en la playa de Magdalena de Cao, sector El Brujo, en Ascope, es el de su hija Carla Zenaida Mejía Alcedo (23), la joven universitaria que desapareció hace casi de cuatro meses sin conocerse su paradero.
Con la aflicción que la embarga, María Victoria Alcedo Valderrama, no descarta que su querida hija haya sido asesinada por una mafia dedicada a robar órganos, pues el cuerpo encontrado hace tres días —que posiblemente sea el de su hija– carece de órganos vitales.
La acongojada madre contó a La Industria que el cadáver femenino encontrado en Magdalena de Cao no tiene corazón, pulmones, riñones, masa encefálica; además, fueron cercenados las manos y pies.
“Mi corazón de madre no me engaña y me atrevo a decir que ella es mi hija, por lo que pido a las autoridades que no se detengan en dar con los asesinos de mi Carlita, a quien le han quitado sus órganos una mafia para venderlos”, señaló con la voz entre quebrada.
Podría ser Carla
Según la madre de Carla Mejía, la identificación del cuerpo encontrado coincidiría en un 70% con la anatomía de su hija, mientras que el otro 30% se determinará con los resultados de ADN que el Ministerio Público ordenó se le practiquen al cadáver. Sin embargo, el odontograma realizado coincide con la ausencia de cuatro piezas dentales que se le practicó a Carla Mejía hace algunos años.
Preguntas sin respuestas
María Alcedo afirma que existen muchas interrogantes sobre la posible muerte de su hija, sin embargo, descartó un posible el suicidio, como supuestamente dejaba entrever una nota encontrada en uno de los libros de la estudiante.
Agregó que según el testimonio de un pescador de Huanchaco, donde vive la familia Mejía Alcedo, Carla habría sido subida a la fuerza a un vehículo desconocido, por un sujeto de tez morena y cabello corto, cuya identidad es ahora investigada por la Policía.
Karín Espinoza Vera | Redacción La Industria