"ADIÓS AL ESTADO DE BIENESTAR"
Un estudio del Fondo Monetario Internacional recomienda reducir al mínimo la entrega de pensiones a los jubilados, bajo el argumento de que “la gente vive más de lo esperado”, además plantea el recorte de pensiones y aumentar las contribuciones para los planes de retiro de los trabajadores.
Hace una semana el FMI hizo pública una declaración en la que manifestaba que estaba “profundamente entristecido” por el suicidio de un jubilado griego al que se le habían reducido las pensiones. A una semana de ello, con singular franqueza, expresa que el envejecimiento de la población es uno de los temas de su máxima preocupación y propone como salida reducir aún más el monto de las pensiones.
Ante “el riesgo de que la gente viva más de lo esperado”, el organismo internacional reclama sin rubor que se recorten las pensiones, se retrase la edad de jubilación y aumenten las contribuciones a los planes de retiro de los trabajadores.
Las propuestas están planteadas en el capítulo ‘El impacto financiero del riesgo de longevidad’ del Informe sobre la Estabilidad Financiera mundial. En ellas, el FMI insiste en las medidas de ajuste que se vienen aplicando desde hace décadas, son pésimos resultados para la gente de a pie.
Así, el último reducto del Estado de Bienestar de Europa está en cuestión. Se trata de un planteamiento inoportuno en medio de una crisis que aviva las incertidumbres y la inseguridad, que mina la recuperación económica de los países europeos. Y genera las protestas de los afectados.
Un suicidio griego
Hace pocos días, el suicidio de Dimitris Chrisoula, el jubilado que se mató frente al Parlamento griego, reabrió una herida sangrante en un país en el que no cesan las protestas por las medidas de austeridad impuestas por el gobierno con el apoyo de la Unión Europea y el FMI.
Chrisoula dejó una nota culpando a los políticos por la pérdida adquisitiva de su pensión y escribió que prefería morir antes que tener que escarbar basura para recoger comida. No solo eso. Llamó a los jóvenes griegos, sin futuro, a luchar con las armas contra el gobierno que aplica las recetas de ajuste.
Una semana después, el documento del FMI deja en claro que sus lamentos eran solo eso. “Es importante que las entidades que ofrecen pensiones puedan actuar con flexibilidad: si no es posible incrementar las contribuciones o subir la edad de jubilación, posiblemente haya que recortar las prestaciones”, ordena el documento del organismo internacional.
El grupo de economistas del FMI, comandados por el español José Viñals, inventaron un nuevo término para definir el nuevo peligro que enfrentan las economías del mundo al que definen como “riesgo de longevidad”. Incluso se atreven a dar cifras para explicar el riesgo que enfrentan las economías de los países desarrollados tomando como referencia el PIB de 2010.
Eso es lo que le preocupa al FMI: el incremento de la esperanza de vida. Así, si en el 2050 la esperanza de vida llega a los 86 años en las economías avanzadas y a los 82 años en los países en vía de desarrollo, asegura, habrá problemas.
En el caso de los planes de pensiones privados en EE.UU., indica, “las empresas tendrían que multiplicar varias veces sus contribuciones para poder afrontar esos pasivos adicionales”. “Reconocer y mitigar este riesgo es un proceso que debe ponerse en marcha ahora”, comenta Viñals.
Pero esto no es una novedad, pues desde hace años el sector público como el privado vienen preparándose para amortiguar el impacto financiero del envejecimiento. Pero el FMI cree que se subestimó la evolución demográfica de la población y eso pesará “más de lo esperado”.
Receta con veneno
Christine Lagarde, directora gerente de FMI, demandó a los gobiernos que reconozcan que el envejecimiento les puede crear un serio problema en el futuro. Para el retraso de la edad de jubilación, propone que se ligue a la esperanza de vida, de modo que el número de años en que los jubilados cobran la pensión no aumente.
Es lo que ha ocurrido en la reciente reforma del sistema de pensiones en España que retrasa la edad de jubilación a los 67 años de forma progresiva. Así, la ley prevé que las variables clave del sistema de pensiones (como la edad de jubilación) se revisen cada cinco años a partir de 2027 en función del aumento de la esperanza de vida.
Los economistas del organismo plantean también que los individuos aumenten su ahorro, que se obligue a contratar rentas vitalicias y apoyan el uso de las hipotecas inversas, por las que la casa en propiedad se entrega a cambio de recibir una renta por ella.
Se trata del mismo organismo que reclama miles de millones para seguir apuntalando bancos europeos insolventes y amarrando a países en desarrollo con deudas impagables. Así, Lagarde quiere que se le entregue 500.000 millones de dólares para futuros rescates de la Eurozona y otras crisis financieras. Por otro lado, pide una soga para los más pobres.(la primera)