domingo, 12 de febrero de 2012

SÁNCHEZ CARRIÓN: PARADIGMA DE LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA


Por: Dionicio Mantilla León.

“Quiera el árbitro de las naciones que un día mi Patria sea próspera, feliz y grande al abrigo de la libertad y la justicia y cuyas luces brillen siempre como las del padre de los incas a la hora en que les aceptaba sus solemnes cultos. Las riendas del Estado deben estar a cargo de hombres de buena fe y con ardientes deseos de acertar y evitar la arbitrariedad”.”Quienes expolien (roben) al pueblo deben ser severamente sancionados”. En esta hora en que “la podre se estremece”, en que en la Patria se ha enseñoreado el cáncer de la corrupción y la inmoralidad, en que el incumplimiento de promesas gubernativas se ha convertido en ley, insurge enhiesta la figura de un pro hombre cuyo pensamiento y doctrina continúa vigente. Su vida y obra inmortal se transforma en estandarte paradigmático para las nuevas generaciones ávidas de ejemplos de patriotismo, honestidad, capacidad y entrega incondicional a la causa de la libertad y la democracia.

Son las 10 de la mañana de un día 14 de abril de 1823 cuando los ambientes de un ágora popular cobra especial brillo al escucharse el eco de una estentórea voz que se inscribiría rutilante en el libro de la historia patria: “La libertad es mi ídolo y lo es del pueblo sin ella no quiero nada”.”El único legitimo y eficaz agente para consolidar las asociaciones políticas es la libre voluntad de los pueblos que las forman; así como para arreglar los orbes celestes, sólo es poderosa la voz del Árbitro Supremo”. Es una voz que retumba y se expande candente como río de lava viva en todo el escenario en donde se reúne el Primer Congreso Constituyente Peruano que daría forma a la primera Constitución Política de la naciente patria un ya lejano 14 de abril de 1823 en la ciudad de Lima.

Una voz, que al expandirse va insuflando de patriotismo los corazones de los representantes de los territorios libres del Virreynato del Perú reunidos para escuchar el discurso preliminar del proyecto de Constitución de ese año redactado por una comisión especial de personalidades y en donde destacara nítidamente un líder por antonomasia emergido de las entrañas del Perú profundo y quien al sustentarla afirma contundente:”La soberanía reside esencialmente en la nación y su ejercicio en los magistrados a quienes ella ha delegado sus poderes. Quiera el cielo que los pueblos reciban este código con el mismo amor con que los primeros representantes del Perú han procurado formarlo para asegurar la libertad”.

Un líder señalado por el destino para ser el abanderado de la independencia de la Patria y, luego, su diligente constructor y auténtico gobernante. Su nombre: José Faustino Sánchez Carrión. Aquel de quien el historiador José Joaquín de Larriva, dijera: ”La Constitución Política de la República Peruana es un monumento perenne a la gloria de Sánchez Carrión”. Una Constitución convertida en la partida de nacimiento de la Nueva Patria y que se nutriera de las ideas libertarias emergidas cómo haces de luz en “Las Cartas” del “Solitario de Sayán” y en los diversos voceros periodísticos de la emancipación dirigidos por él. Carta Magna promulgada por el Presidente de la República, José Bernardo de Torre Tagle, con 194 artículos.

Como los truenos andinos, su vigorosa voz continúa hoy golpeando contundente: “Nadie nace esclavo en el Perú, ni de nuevo puede entrar en él alguno de esta condición”. ”Todos los ciudadanos son iguales ante la Ley”. ”El gobierno del Perú es popular y representativo”.”La nación peruana es independiente de toda dominación extranjera y no puede ser patrimonio de ninguna persona, ni familia”.”La salvaguardia de las libertades del pueblo es nuestro escudo”.”Mientras las provincias no sean servidas por hombres de juicio nada podemos hacer”.

Hoy, a 225 años de su natalicio del Fundador de la República, los peruanos hacemos un alto para recordar, con respeto y gratitud, su doctrina y su voz inmortal. Sánchez Carrión, aquel pro hombre que junto a San Martín y Bolívar se convirtiera en el “Tercer Libertador del Perú” y que naciera un 13 de Febrero de 1787 en la “fiel e ilustre ciudad” de Huamachuco y falleciera un 2 de junio de 1825, en Lurín. ¡Nuestro homenaje y gratitud al libertario huamachuquino!

¿MUY DIFÍCIL ES SER AGRADECIDO?

Quienes admiramos su imperecedero ejemplo preguntamos: ¿Porqué hasta ahora el Alcalde Provincial de Trujillo, Ing. César Acuña, se demora tanto en concretar el proyecto del “Óvalo y Monumento a Sánchez Carrión” que hace un año nos ofertó levantar e inaugurar en estos días, en la Urbanización La Rinconada? Ojalá que para el aniversario de su fallecimiento se haga realidad. ¿Cuánto hacemos los huamachuquinos por recordar su egregia figura? ¿Qué hacen las autoridades de la U.N.T., la Corte Superior de Justicia de La Libertad, el Gobierno Regional, el Consejo Regional de La Libertad, la Corte Suprema del Perú y el Congreso de la República, por perennizar su memoria? Hasta ahora nada o casi nada.