jueves, 28 de julio de 2011
LEA EL MENSAJE A LA NACIÓN DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, ALAN GARCÍA PÉREZ
Queridos compatriotas, pueblo del Perú: Hoy dejó el cargo de Presidente de la República para entregarlo a quien ha sido elegido en un proceso democrático. Pero, esta noche quiero dirigirme a ustedes unos breves minutos para darles las gracias a todos.
Gracias a los trabajadores y a los pequeños y grandes empresarios que han hecho posible un aumento de la producción y del empleo sin precedentes en la historia de nuestro país.
Gracias a los padres y madres de familia que hicieron suya la propuesta de mejorar la educación por la evaluación y la capacitación.
Gracias a los seguidores de Haya de la Torre que me han acompañado con afecto y a los ciudadanos independientes que contribuyeron con su capacidad.
Gracias a las autoridades regionales y locales que en su inmensa mayoría trabajaron con esfuerzo.
Gracias a todos, porque todos hemos logrado el nacimiento de un nuevo espíritu nacional de esperanza y de triunfo.
Dejamos atrás la falsa estrofa del Himno que hablaba del peruano oprimido, de la indolencia del esclavo y de la cerviz humillada para dar paso a un país decidido y laborioso que confía en su futuro.
Siempre he sostenido como seguidor de Haya de la Torre que el propósito de un buen gobierno es dar pan con libertad y puedo decir ahora que hemos consolidado la democracia política y social en nuestro país.
Hemos respetado la libertad de expresión de todos los peruanos, su libertad de organizarse políticamente y de elegir a sus autoridades.
La independencia de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial ha sido afirmada y, además, hemos promovido un nuevo poder más cercano al pueblo que es el poder descentralizado de los municipios y de las regiones y así con la mayor libertad hemos logrado un crecimiento productivo que es el primero en América Latina y que asombra al mundo.
Se ha generado empleo y lo que es más importante, hemos hecho retroceder a la pobreza desde 48% hasta 30% en estos cinco años, 4 millones y medio de peruanos ya superaron el nivel de la pobreza y deben seguir creciendo en sus posibilidades.
Por todo ello, debo agradecer a los ministros, a los jefes de organismos, a las autoridades regionales y municipales, porque con su trabajo se logró hacer 151 mil 200 obras , invirtiendo en ellas 86 mil millones de soles que dieron trabajo en construcción a más de 800 mil peruanos en cada uno de estos cinco años.
Alegra mi espíritu que 3 millones 200 mil peruanos tengan electricidad por primera vez en 11,200 pueblos. Además, se han rehabilitado las aulas y las escuelas y se terminaron o se están construyendo 140 grandes colegios emblemáticos.
Se han asfaltado 10,500 kilómetros de carreteras que es más de lo que se hizo en los 20 años anteriores. Se entregaron 840 mil títulos de propiedad y se han construido nuevos hospitales con modernos equipos.
Pero todo eso es sólo obra material, tal vez más importante es haber comenzado la reforma de la educación por el esfuerzo, la evaluación y la capacitación de maestros y alumnos, y más importante es haber articulado la Seguridad Social con el Ministerio de Salud y otras instituciones para lograr que si antes sólo 36 de cada 100 peruanos tenían un seguro de salud, ahora 70 de cada 100 peruanos lo tienen.
Por eso en mortalidad infantil, en mortalidad materna, así como en vacunaciones hemos superado las metas del año 2015; y lo que más me toca el alma es haber logrado alfabetizar a casi un millón 700 mil peruanas y peruanos convirtiendo a nuestra Patria en un territorio libre de analfabetismo. Porque hemos trabajado por la inclusión de los más humildes.
Pobre es aquel que no tiene alfabeto, ni agua potable, ni electricidad, ni carreteras, ni título de propiedad, ni buena educación. Con todo lo hecho por todas las autoridades del país hemos logrado la inclusión de varios millones de peruanos y en nuestro gobierno los últimos han sido los primeros, de verdad.
Hacia adelante tenemos abierto el camino de mucha mayor prosperidad y más crecimiento con empleo y obras para el pueblo; si mantenemos la serenidad y la confianza, y si afirmamos nuestra relación con los grandes mercados del mundo que nos ofrecen 2,700 millones de consumidores para nuestros productos gracias a los Tratados de Libre Comercio.
Hace cinco años teníamos divisas por 15,000 millones de dólares; hoy tenemos 47,000 millones de dólares para garantizar toda obra y toda inversión. Hace cinco años el Perú exportaba 17,000 millones de productos nacionales, y este año exportará más de 40,000 millones.
Gracias a eso en estos cinco años se han creado 2 millones 300 mil empleos, y la distancia entre el 20 por ciento de peruanos más ricos y el 20 por ciento de los peruanos más pobres se ha acortado.
Pero lo importante es que en este mundo competitivo y de información, el Perú avanzó económica y socialmente mucho más que todos los países de América Latina.
Yo dije en el año 2006 como un reto que tomaría como ejemplo la experiencia de Chile y hoy está demostrado que cada año hemos crecido más, hemos generado más empleo, y hemos reducido mucho más la pobreza que nuestro vecino. Igual podríamos decir del gran Brasil donde la distancia entre ricos y pobres es mayor que la que hoy existe en nuestro país.
Queridos compatriotas, yo sé que he trabajado con mucha energía y con mucha pasión, porque no podía desaprovechar la segunda hermosa oportunidad que ustedes me dieron generosamente.
Quise ir más rápido, quise acortar etapas y con esa pasión tal vez he ofendido a algunos.
A quienes se sientan ofendidos por mis palabras o mis hechos les pido perdón, a quienes pudieron haberme ofendido y agredido, los perdono, porque más importante es el destino del Perú y de su pueblo.
Nunca dejé de tener afecto por los más humildes, nunca dejé de tener amor por los niños, nunca dejaré de soñar con la grandeza de la Patria, y sepan ustedes que por lejana que sea la distancia o por profundo que sea el sueño de la muerte, siempre estaré a su lado.
Les pido apoyar al próximo gobierno y al nuevo Presidente para que el empleo y la justicia se afirmen en nuestro Perú.
Finalmente, doy gracias a la providencia y ruego a Dios dar felicidad, amor y prosperidad a cada uno de sus hogares y bendecir al Perú.
Al alejarme de la vida pública les recuerdo que estamos triunfando ante el mundo. Sigamos adelante con la frente en alto y a paso de vencedores.
Muchas gracias