Japón encaraba el sábado la devastación causada en su costa nororiental, con incendios y ciudades inundadas parcialmente tras el enorme mayor seísmo del viernes, que generó un enorme maremoto que podría haber causado al menos 1.000 muertos.
El enorme desastre causado por una pared de agua de hasta 10 metros de altura tras el terremoto de magnitud 8,9 - el peor en los 140 años de registros - desató ofertas de ayuda de todo el mundo. China dijo que tenía a rescatadores preparados, mientras que el presidente estadounidense, Barack Obama, dijo al primer ministro japonés, Naoto Kan, que su país colaborará de la manera que sea necesaria.
Las impresionantes imágenes de televisión mostraron un enorme muro de agua llevándose coches, barcos e incluso edificios destrozados a gran velocidad en los campos agrícolas costeros cerca de la ciudad de Sendai, donde vive un millón de personas y que se encuentra a unos 300 kilómetros al noreste de Tokio.
"Esto podría ser una operación de ayuda humanitaria de proporciones épicas", dijo la experta en Japón Shela Smith, del estadounidense Council on Foreign Relations.
En una de las zonas más afectadas, se podía escuchar a gente enterrada bajo los escombros pidiendo "ayuda" y "cuándo vamos a ser rescatados", según la agencia de noticias Kyodo.
En Kesennuma, con una población de 74.000 personas, había numerosos incendios y alrededor de un tercio de la ciudad estaba sumergida, según la agencia de noticias Jiji, que añadió que el aeropuerto de Sendai, donde vive un millón de personas, está en llamas.
Los políticos solicitaron un presupuesto de urgencia para colaborar con las tareas de rescate, después de que Kan les pidiera que "salvaran al país", según la agencia de noticias Kyodo. Japón ya es la potencia económica más endeudada del mundo, lo que implica que cualquier financiación extra será seguido muy de cerca por los mercados financieros.
-- Para ver un gráfico en inglés sobre el epicentro del terremoto: http://link.reuters.com/qub58r --
-- Para ver un gráfico en inglés de los centros de población afectados: http://link.reuters.com/cac58r --
UN PAÍS ACOSTUMBRADO
Medios nacionales dijeron que la cifra de muertes podría superar las 1.000 personas, la mayoría de las cuales se habrían ahogado. Las imágenes de destrucción indican que el saldo de víctimas puede crecer significativamente.
Las autoridades ordenaron la evacuación de unas 3.000 personas que viven cerca de una central nuclear en la prefectura de Fukushima, al norte de Tokio, y advirtieron de una pequeña fuga radioactiva tras dañarse el sistema de refrigeración de un reactor nuclear.
Hasta para una nación acostumbrada a los terremotos, la magnitud de la devastación fue impactante.
"Una gran área de la ciudad de Sendai cerca de la costa está inundada. Escuchamos que las personas que fueron evacuadas están aisladas", dijo Rie Sugimoto, de la cadena NHK.
"Alrededor de 140 personas, incluyendo niños, fueron trasladadas a una escuela primaria y están en el techo pero están rodeados de agua y no tienen dónde ir", agregó.
Japón siempre se ha sentido orgulloso de su veloz sistema de alertas de tsunami, que ha sido varias veces modernizado desde su inauguración en 1952. También ha construido numerosos rompeolas y compuertas para proteger los puertos y áreas costeras, aunque los expertos dicen que quizás las estructuras no fueron suficiente para prevenir desastres como el del viernes.
El jefe de gabinete, Yukio Edano, pidió a la población que permanezca en lugares seguros mientras caía temperatura por la noche. "Por favor, ayúdense unos a otros y actúen con calma", sostuvo en una conferencia de prensa.
PÁNICO
En Tokio, sus habitantes que habían huido de los edificios llenaron las calles para intentar volver a sus hogares después de que gran parte del transporte público de la ciudad quedara interrumpido.
Muchos trenes del metro reanudaron sus operaciones en la capital posteriormente, aunque no el servicio ferroviario. Las personas que decidieron no caminar hasta sus casas durmieron en sus oficinas.
"No podía mantenerme de pie por el violento temblor. Las réplicas no nos dieron respiro. Luego vinieron los tsunamis e intentamos correr para encontrar refugio. Ha sido el seísmo más fuerte que he vivido", dijo una mujer con su bebé en la espalda a un canal de televisión en el norte de Japón.
Es el quinto terremoto más potente del que se tiene registro en el último siglo.
Algunas plantas nucleares y refinerías de petróleo fueron cerradas y había un incendio en una refinería, al igual que en una zona ribereña cerca de Sendai. Plantas de automóviles, fábricas de electrónica y refinerías cerraron, mientras que muchas carreteras se resquebrajaron y millones de hogares y oficinas no tenían electricidad.
Varios aeropuertos, incluyendo Narita, en Tokio, y todos los puertos estaban cerrados. El servicio de ferrocarril permanecía interrumpido.
El Banco Central dijo que reduciría a un día una revisión de políticas de dos días programada para la próxima semana el lunes y prometió hacer todo lo posible por garantizar la estabilidad del mercado financiero. El desastre ocurrió cuando la tercera mayor economía del mundo parecía dar señales de reactivación tras una contracción en el último trimestre del año pasado.
Las autoridades emitieron una alerta de tsunami para la cuenca pacífica, aunque la medida fue levantada en algunos países de la región, como Taiwán, Australia y Nueva Zelanda. Los peores temores y los recuerdos del maremoto de 2004 en el océano Índico se disiparon después de que la subida de la marea en Hawái no fuera mucho más elevada de lo normal y no se notificaran víctimas o daños.
Miles de personas fueron evacuadas en la costa californiana, donde hubo olas de dos metros y daños de dos millones de dólares en Santa Cruz.
Chile elevó a la categoría Alarma de tsunami desde Alerta preventiva el nivel preventivo para la Isla de Pascua y su costa continental, lo que implica la evacuación preventiva de la población hacia las zonas más altas en el territorio insular y abandonar las zonas inundables de la costa de Chile, junto al cierre de puertos y el desplazamiento de los buques hacia alta mar, entre otras medidas.
El terremoto ha superado al gran terremoto de Kanto, que tuvo lugar el 1 de septiembre de 1923, en el que murieron más de 140.000 personas en el área de Tokio. El seísmo de Kobe en 1995 causó 100.000 millones de dólares en daños y fue el desastre natural más costoso de la historia.
Los daños económicos del tsunami del océano Indico en 2004 se estimaron en unos 10.000 millones de dólares.
Los temblores son comunes en Japón, una de las áreas con mayor actividad sísmica del mundo. En el país ocurren cerca del 20 por ciento de los seísmos de magnitud 6 o superior que ocurren en el mundo.