COMENZÓ UN NUEVO AÑO Y CON ELLO EL RENACER DE LA ESPERANZA QUE ES LO ÚNICO QUE JAMÁS SE PERDERÁ.
Los peruanos merecemos un año 2020 promisor y colmado
de
sueños cumplidos
Por: Dionicio Mantilla León
Atrás, queda el 2019 con sus insatisfacciones y frustraciones, con sus pesares y angustias; pero, también, gracias a Dios, con satisfacciones y alegrías; por un lado, las lágrimas y el dolor, pero, por otro, la brillantez de la sonrisa y el dulce placer del corazón. Por un lado, los hechos negativos y trágicos del incremento de la criminalidad y la delincuencia con el sangriento saldo de más de un centenar de feminicidios, el retraso en las obras de reconstrucción “con cambio” del norte del país, el aumento de la corrupción, la ausencia de obras de envergadura nacional, entre muchos más; pero por otro lado, felizmente, una serie de hechos meritorios nacidos de la necesidad nacional, la capacidad, la responsabilidad y el acendrado amor a la Patria de muchos peruanos y peruanas que hacen refulgir la sagrada imagen del Perú.
2019, un año al que miramos ya de lejos perteneciendo al ayer, al pasado y el 2020, al mañana, al futuro que ya empezamos a transitar. Quedan por delante muchos yerros por corregir, varios proyectos ya programados por hacer realidad y varios sueños por cumplir.
A nivel nacional tenemos las obras de reconstrucción nacional del norte, la puesta en marcha de la Junta Nacional de Justicia con gente proba e intachable, el fortalecimiento del SUNEDU, la concreción de las elecciones congresales del 26 de enero, pero separando la paja del trigo no eligiendo a ciudadanos incapaces, corruptos y con problemas judiciales, tampoco a algún ex congresista del Congreso disuelto porque hacer esto sería repetir el mismo error del pasado.
Incrementar el presupuesto de los sectores educación y salud en procura de un servicio de calidad, el incremento salarial de los pensionistas públicos y privados, concretar la Ley General del Trabajo, la implementación de una Nueva Escala Salarial Única con criterio de justicia y acorde con la Constitución Política, el restablecimiento del S. M. O. con un enfoque diferente y de servicio al desarrollo comunal. Derogar la Ley de Promoción Agraria y el denominado CAS por atentar contra los intereses de los trabajadores del campo y la ciudad.
El combate a la delincuencia y criminalidad efectuando una reingeniería total de la PNP y las cárceles del país, la supresión de la alimentación a los internos de los penales y la implementación del trabajo obligatorio de los mismos, la supresión de los beneficios penitenciarios a los criminales y corruptos, la supresión de las cárceles doradas, el incremento de las atribuciones y el potenciamiento de la logística del Serenazgo permitiéndoles el uso de armas no letales, el fortalecimiento de las rondas campesinas y el reconocimiento legal de las rondas urbanas, el cumplimiento de la ley del castigo comunitario para faltas y delitos menores (robo de celulares, etc), sanción drástica a jueces y fiscales que no apliquen la ley con severidad a los delincuentes.
El establecimiento de hospitales públicos de salud mental en todas las capitales de región financiados con las reparaciones económicas y bienes incautados al narcotráfico. Una drástica sanción a las autoridades regionales y locales que prioricen la ejecución de obras de embellecimiento urbano soslayando las obras de servicio básico: agua potable, luz eléctrica, postas médicas, obras viales. Sanción severa a los gobiernos de todos los niveles que al medio año de mandato no hayan invertido hasta el 40% de su presupuesto y el 90% del mismo al término del año.
Los problemas regionales están concentrados, sobre todo, en la falta de ejecución de la III etapa de CHAVIMOCHIC, la desidia en el inicio de los trabajos de las quebradas de San Ildefonso, San Carlos y El León, la erosión costera, la falta de carreteras al interior, la minería informal, entre muchos más.
Hemos dado inicio a un nuevo año y existen muchos proyectos por realizar. uno de los cuales tiene que ver con nuestra santa tierra huamachuquina es así que a través de los informativos se da a conocer que por fin el ansiado proyecto del agua potable se hará realidad este año. Es así como nuevos vientos de esperanza soplan en nuestro país en nuestra región y en nuestro pueblo insuflando de esperanza los corazones de los 32 millones de peruanos.
Pero, tal vez, el de mayor repercusión es el de las elecciones congresales del 26 de Junio y el inicio de las labores de la Junta Nacional de Justicia. Unido a esto debe ir la reactivación de nuestra economía para así tener un año promisor colmado de esperanzas y sueños realizados que nos permita lograr un pueblo peruano desarrollado y bienestar pleno. Hacemos votos de que así sea.