Por: Dionicio Mantilla León
Llevando a la práctica aquel principio moral y legal de que “El derecho de una persona termina en donde comienza el derecho de los demás” y, haciendo valer sus atribuciones como representante legítimo de su comunidad, el Alcalde de la Municipalidad Distrital de La Victoria de Lima, Jan Forzith, logró lo que muchos burgomaestres peruanos consideran como un imposible y por ello dejan de atender: La erradicación del comercio ambulatorio asentado durante muchos años en su jurisdicción. Y la hazaña de esta novel autoridad municipal adquiere mayor mérito al enterarnos de que el número de comerciantes ambulantes erradicados sobrepasa los 30,000 algo que se supone ha demandado toda una logística gigantesca que contó con el apoyo de las fuerzas policiales, el Ministerio Público y el Serenazgo
Empero, lo que ha motivado una gran sorpresa y enojo es la protesta, no de los comerciantes ambulantes peruanos, que, caballeros nomás, vienen acatando las normas ediles, sino de los 8 mil comerciantes ambulantes venezolanos desalojados que “han pegado el grito al cielo” llegando uno de ellos, que funge de su representante, un tal, Oscar Pérez, a amenazar al Alcalde victoriano con denunciarlo penalmente por “abuso de autoridad, atentar contra la libertad de trabajo y xenofobia”. ¡Qué les parece! Esto ha motivado la ira de los victorianos diciéndoles. “ No sean sinvergüenzas. Váyanse a su país a amenazar a Nicolás Maduro, vayan a su país, de donde han huido, a luchar junto a sus compatriotas para sacar al dictador”.
El tema del comercio ambulatorio en el distrito de la Victoria, sobre todo en los jirones Gamarra y Castilla y jirones aledaños, se había convertido en emblemático y esta primera gestión exitosa en ejemplo nacional de que si es posible lograr el orden de una ciudad cuando hay iniciativa y principio de autoridad. Un tema que ya viene dando positivos resultados, también, en la ciudad de Trujillo con la gestión del Alcalde Daniel Marcelo que viene liberando varias cuadras de la Av. España y el jirón Zela pese a la falta de apoyo del Gobernador Regional.
Ambos casos pueden ser ejemplo para otros escenarios de nuestra región como el de nuestra provincia de Sánchez Carrión y particularmente de Huamachuco en donde, según se estima, existirían más de mil comerciantes ambulantes ubicados en los alrededores del único mercado que tenemos, mercado convertido en el “caballito de
batalla” de los últimos alcaldes para ganar las elecciones ofreciendo construir un nuevo local para solucionar así el problema del comercio ambulatorio. Una oferta que por supuesto jamás han cumplido.
Haciéndonos eco del clamor ciudadano quien ha abordado el tema del mercado y el comercio ambulatorio de Huamachuco en varias oportunidades lanzando alternativas para superar esta problemática, pero como nuestras últimas autoridades ediles no han escuchado estas inquietudes el tema sigue igual o peor. Con una creciente población nuestra ciudad cuenta con tan sólo un mercado y lo que es peor en malas condiciones. Es por ello que, en esta ocasión, nuevamente planteamos la perentoria necesidad de elaborar un “Plan de Abastecimiento de Productos de Primera Necesidad” que incluya la construcción de un nuevo local para el Mercado Central y un Camal cuyos diseños deben ser consensuados con los mismos comerciantes y maceros,
De otro lado, debe considerarse también la construcción de Mercados Zonales en los principales barrios de nuestra ciudad como: Mariscal de Orbegoso, Cruz Blanca y el Salvador (avenida 10 de Julio); además, debe considerarse una área para una feria agropecuaria para ubicar allí a nuestros hermanos agricultores que traen sus productos a vender sobre todo los días domingos y feriados. Contando con este nuevo esquema de infraestructura mercantil los comerciantes ambulantes deberán ser allí reubicados.
Por supuesto que este proyecto debe pasar por el tamiz de la concientización de todos los involucrados, quienes deben comprender que si bien todos tenemos derecho al trabajo este no debe atentar contra el derecho de la comunidad a vivir de manera ordenada. Si realmente queremos a nuestro pueblo tenemos la obligación de contribuir a la solución de sus problemas y no a agravarlos. Luego de superar el problema del comercio ambulatorio la autoridad edil no debe permitir jamás el comercio informal en las calles, caso contrario la autoridad municipal debe proceder de acuerdo a ley.