Por: Dionicio Mantilla León
Se veía venir. Luego de una sorprendente subida, a 13 % en las primeras encuestas del presente proceso electoral para la Presidencia de la República, el líder de Alianza para el Progreso, César Acuña Peralta, comenzó a caer de manera estrepitosa a 6%. confinándolo a un cuarto lugar. La causa o, mejor dicho, las causas, han sido muchas, pero la última y decisiva, ha sido la entrega pública de dinero a un grupo de personas en plena campaña electoral a sabiendas de que, eso, no porqué lo mande o no una ley, sino por un elemental sentido común que linda con la ética obviamente eso no debía efectuarse por constituir una especie de compra de votos lo cual es inadmisible e indignante.
Esto motivó para que el pasado 22 de este mes el Jurado Electoral Especial de Lima Centro, a cargo del Dr. Manuel Miranda, iniciara un procedimiento de exclusión del presente proceso electoral de la candidatura de César Acuña, debido a que, con dicha actitud, infringía el artículo 42 de la Ley 30414 que prohíbe la entrega de dinero, dádivas y otros obsequios a los electores.
Los hechos en referencia ocurrieron, el primero, al entregar 10 mil soles a los comerciantes del mercado “Señor de loa Milagros”, en Chosica, y , días después, 5,000 soles a un morador de la ciudad de Piura, y según denuncia un ex militante también habría entregado dinero y víveres en los mercados de Arequipa. Los beneficiarios de estos donativos no sólo agradecieron por lo recibido sino se defendieron afirmando que ellos “no venderán sus votos”.
De acuerdo al procedimiento pertinente el Ing. Acuña tiene, a partir de la notificación de la resolución de inicio del proceso de exclusión de su candidatura presidencial, 24 horas para ofrecer sus respectivos descargos; luego, el JEE Lima Centro tendrá tres días para entregar la respuesta que puede ser, en el peor de los casos, la exclusión definitiva de la contienda electoral.
A estos bochornos casos se añaden otros que habrían ocurrido años atrás y que recién han sido destapados de manera estrepitosa, como: la denuncia de presuntos plagios en la tesis para el título de Doctor por la Universidad Complutense de Madrid (España), el presunto plagio del libro del profesor Otoniel Alvarado, los presuntos tratos con Vladimiro Montesinos, amén de otras denuncias que venía arrastrando desde sus cargos públicos en Trujillo.
En realidad el frondoso rosario de denuncias, todas ellas graves, tenían que provocar la caída en las preferencias electorales de quien fuera autoridad de Trujillo y Gobernador de La Libertad y próspero empresario propietario de un consorcio de universidades las cuales se deduce se verán fuertemente afectadas en su prestigio y, por ende, en la captación de nuevos estudiantes y de hecho tuvo que producir la renuncia del rector de la Universidad César Vallejo, el Dr. Francisco Miro Quezada y la renuncia de muchos prestigiosos intelectuales a las condecoraciones conque fueron distinguidos por dicha Casa Superior de Estudios.
Este penoso panorama protagonizado por el líder de Alianza para el Progreso viene repercutiendo negativamente en el quehacer político de por sí ya contaminado por los antecedentes y el actuar de otros postulantes a la Presidencia de la República y ha devenido en la renuncia de uno de los aliados de esta agrupación política como es el pastor Humberto Lay, líder del partido Restauración Nacional no descartándose que se produzcan otras renuncias con lo que el sueño de Acuña de ser Presidente de la República se esfumará y si continúa bajando en las encuestas podría ser señal de que el 10 de abril no pase la valla electoral juntamente con el partido Aprista.
Lo que la ciudadanía se pregunta es: ¿Y qué pasó con sus familiares, asesores y amigos más cercanos? ¿Por qué no intervinieron para reorientar este errado comportamiento convertido en obsesión por hacerse de un poder político? ¿Y qué pasó con sus asesores especializados, uno español y otro brasileño (Luis Favre). Este último, que cobró 600,000.- dólares? Esto confirma aquello de que en política no todo se resuelve con dinero, sino con la práctica de valores morales y determinadas aptitudes y actitudes propias de un verdadero líder y estadista virtudes las que, lamentablemente, ha carecido César Acuña.
Lo que viene ocurriendo a César Acuña no deja de repercutir en el ámbito de la ciudad de Trujillo y la región La Libertad por los cargos públicos y empresariales que dicho personaje ha desempeñado y desempeña. Repercusión, sobre todo, en el ámbito de su partido político y la comunidad educativa de la Universidad César Vallejo.