Por: Dionicio Mantilla León
La creación de los Colegios de Alto Rendimiento (COAR) vienen causando una gran expectativa en la comunidad por los beneficios que ellos brindarán a la correcta formación de nuestros niños en el nivel de Educación Básica Regular, bondades que, aparentemente, los convierten en las Instituciones Educativas ideales para el sistema educativo peruano. Sin embargo, estas no deben ser elitistas, es decir, no debe estar al servicio sólo de unos cuantos tal como hoy son concebidos poniendo a un lado a la inmensa mayoría de estudiantes ahondando así, aún más, la brecha social existente en la actualidad y contraviniendo lo dispuesto por los Derechos del Niño, nuestra Carta Magna y la Ley de Educación Pública que sostienen que una educación de calidad debe ser recibida por la totalidad de nuestros niños.
El cimiento filosófico de los COAR es direccionar la labor educativa en la formación de los líderes que en un futuro cercano conducirán los destinos del país, así como preparar a los futuros representantes nacionales del arte, el deporte y las ciencias que brillen en cualquier competencia nacional o internacional en procura de lauros que prestigien al Perú.
Preguntamos: ¿Esa misión debe ser exclusiva sólo de unas cuantas I.E.? ¿Por ley y por la lógica finalidad del quehacer educativo no le compete eso a todas las I.E. del país? Y si esta misión va a ser sólo de los COAR ¿Cuál será entonces la misión que les compete a las miles de I.E., peruanas, las mismas que se encontrarán en inferioridad de condiciones pedagógicas, infraestructurales y de equipamiento frente a los Colegios de Alto Rendimiento, ¿Formar acaso la “legión de los liderados y de los incompetentes?
Esta reflexión nos conlleva a considerar que las bondades pedagógicas publicitadas por el gobierno de los futuros COAR deben ser reorientadas en su cobertura es decir que deben crearse en todas las comunidades del país, pues todas las I.E. tienen la misión de formar a los futuros conductores del país y los representantes en todas las artes, ciencias y disciplinas deportivas. Una misión que no puede ser privilegio de unas cuantas I.E. y a la que debe coadyuvar el gobierno eliminando las deficiencias infraestructurales y de equipamiento de las que hoy adolecen nuestras instituciones educativas en su casi totalidad.
El argumento esgrimido de sus mentores es que no se cuenta con el presupuesto necesario, si esto es así, entonces, ¿Dónde están los beneficios del crecimiento económico? Según se conoce, en la actualidad el Estado invierte el 3.5% del presupuesto nacional, si invirtiera el 6 % tal como desde hace décadas vienen exigiendo las fuerzas vivas del país alcanzaría para crear miles de COAR en todo el país. De otro lado, ¿Por qué considerar el mejoramiento cualitativo de la educación a partir del segundo año de Secundaria y no desde el nivel de Educación Inicial? Considero que en este tema existe falta de óptica de la realidad nacional e insinceridad de parte del Gobierno para tratar el tema educativo peruano.
La creación de los COAR se asemeja a aquella actividad escolar de la organización del “Día del Logro” dispuesta por el MINEDU implementado a final del año escolar en el cual la mayoría de docentes seleccionan y preparan meticulosamente a los mejores alumnos para exponer en el referido evento un determinado tema curricular desarrollado durante el año con el propósito de quedar bien ante los autoridades, no importándole si el resto de alumnos alcanzaron o no los objetivos propuestos. Cuando lo correcto es trabajar intensamente con todos los alumnos de tal forma que llegado el “Día del Logro” y, por sorteo, escoger a quienes sean los expositores del tema representando a la sección porque se supone que todos han recibido el servicio educativo en igualdad de condiciones y oportunidades tal como así lo manda la ley y sin ningún tipo de discriminación.
Sé que con mi modesta opinión de profesor no se va a modificar la programación que tiene el gobierno respecto a la implementación de los COAR; sin embargo, mi reflexión tiene como objetivo orientar la mirada de nuestros gobernantes hacia todas las I.E. del país que desde siempre han exigido una mayor preocupación para atender sus múltiples requerimientos de mejoramiento de su infraestructura, mobiliario, equipamiento, capacitación docente, actualización de su currículums escolares, jornada escolar completa, entre otras más.