La pujante ciudad norteña de Chepén tiene como santo patrono a la imagen de San Sebastián, un soldado romano que se convirtió al cristianismo y murió defendiendo su fe.
Chepén celebra la festividad del santo durante el primer mes del año pero el día central es el 20 de enero. Las actividades religiosas, entre misas, novenas y procesiones guían la celebración.
No se conoce con exactitud cómo se inició la profunda devoción por San Sebastián en la provincia de Chepén (La Libertad). No obstante, para el fervoroso pueblo de la ciudad considerada como "La Perla del Norte", esos detalles carecen de importancia, pues lo trascendental será siempre el cariño entrañable hacia el dadivoso patrono.
La historia de San Sebastián es realmente un ejemplo incólume de fe. El preclaro personaje nació en la ciudad francesa de Narbona durante el año 256 pero se educó en Milán. Años más tarde fue denunciado ante el emperador Maximiliano, quien lo obligó a escoger entre ser militar o seguir a Jesucristo.
Demostrando coraje y entrega, el santo escogió el camino de la fe, por lo que fue condenado a muerte. Tras lograr sobrevivirse presenta nuevamente ante el emperador quien esta vez lo sentencia a morir azotado.
Se desconoce desde cuándo San Sebastián es considerado el santo patrono de Chepén, pero sin duda tiene varios siglos como ejemplo de fe en el norte. La llegada de la imagen del santo habría ocurrido en el siglo XVI, pues una de las primeras acciones de los conquistadores era instalar una imagen sagrada en cada población importante, y Chepén ya tenía categoría de parroquia en 1593.
La feria patronal se desarrolló durante muchos años en plena Plaza de Armas hasta que, en 1970, el concejo municipal dirigido por el alcalde José Vicente Angelats Ahumada acordó realizarla en la plazuela Dos de Mayo. De allí pasó a la avenida Gonzales Cáceda y luego al parque infantil.
Chepén celebra la festividad del santo durante el primer mes del año pero el día central es el 20 de enero. La fiesta en sí dura trece días en los cuales el sentimiento religioso y la alegría popular van acrecentándose.
Las actividades religiosas, entre misas, novenas y procesiones guían la celebración. A ellas se suman las retretas encabezadas por las bandas de músicos en las plazuelas, parques y barrios, recorriendo las principales calles de la ciudad.
Los visitantes pueden encontrar los tradicionales "toldos", donde se expende una gran variedad de productos. El apetito podrá saciarse con los riquísimos picarones, platos criollos en base a cabrito, pollo, gallina o los infaltables cebiches. También se pueden disfrutar los refrescos de cebada, piña, tumbo, chicha morada o el sabroso y nutritivo caldo de gallina.
Chicos y grandes se emocionan por la variedad de juegos mecánicos. Asisten además los dulceros de Zaña, artesanos de Cajamarca y comerciantes procedentes de Chiclayo, Trujillo y Lima.
Los festejos de la feria patronal son motivo especial para visitar la ciudad de Chepén, conocer sus atractivos turísticos y gozar del clima o la belleza de su campiña, con el agregado de la calidez de su gente, detalles que hacen posible el éxito de la cada vez más reconocida tradicional feria de San Sebastián.
Por: Julia Góngora