Más de medio millón de profesores en el Perú celebraron su día.
Hay más de medio millón de maestros en el país, según el INEI. El 67% enseña en colegios del Estado, mientras el resto en centros educativos privados. Se trata de una profesión con una mayoría indiscutible de mujeres. Un porcentaje mayor de ellas son docentes en inicial y primaria (63%), mientras los profesores dictan clases en secundaria.
En estas fechas se busca relievar los valores intrínsecos de la labor magisterial: paciencia, constancia, desprendimiento, etc. Sin embargo, no es correcto pensar en ella como un apostolado o un sacrificio permanente en aras del futuro de la juventud. Es un trabajo, una profesión, que debe ser reconocida en términos profesionales y económicos.
En esta década se ha avanzado mucho en relación con los merecimientos económicos: homologación, profesionalización y mejoras salariales, que han acompañado las contrataciones masivas. Todavía quedan algunos vacíos como el caso de los profesores rurales, que dictan en condiciones extremas y que no reciben pagos adicionales.
Pero el Congreso ha pretendido la contrarreforma en la meritocracia, al aprobar la eliminación de los exámenes de conocimientos, que necesariamente se aplican para las postulaciones de los maestros a plazas estables. Esta ley que pretende que todos los maestros con más de 3 años de contrato consigan un puesto fijo, será observada por el Ejecutivo, según anuncios oficiales.
Tanto la ministra del sector como el titular de la PCM están en desacuerdo con lo aprobado por el Parlamento, pues defienden el reconocimiento y la calidad en la educación.
No obstante, aún queda mucho camino por recorrer en la profesionalización y la calificación de los maestros. Los resultados de los exámenes que rinden para conseguir plazas muestran que hay muchos vacíos en su formación académica y que no se actualizan conocimientos ni se adecúan a las nuevas tecnologías.
Un profesor calificado y actualizado es sinónimo de un alumno bien formado y con base suficiente para enfrentar los retos de la universidad o la formación técnica posteriores. La educación de calidad debe contar con este tipo de profesionales. Por eso, la defensa de la meritocracia es fundamental para garantizar un país más desarrollado e insertado en la comunidad internacional.