ESTE MES RECORDAMOS LOS 235 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL TRIBUNO Y ESTADISTA JOSÉ FAUSTINO SÁNCHEZ CARRIÓN QUIEN NO SÓLO CONTRIBUYÓ A LA INDEPENDENCIA NACIONAL SINO ORGANIZÓ EL ESTADO PERUANO COMBATIENDO LA CORRUPCIÓN.
Por: Dionicio Mantilla León
En los tiempos en que
la clase política del país viene siendo remecida por el sismo de la corrupción
y la incapacidad gubernamental la ciudadanía se pregunta: ¿Hacia dónde van conduciendo
nuestro país los políticos sinvergüenzas con estos condenables hechos que
estigmatizan nuestra sociedad? ¿Por esto se sacrificaron caso nuestros próceres,
héroes y mártires? En estos últimos años
desde el más humilde desempleado hasta el más encumbrado empresario
piensa que para salir de la pobreza o incrementar sus riquezas y lograr
renombre social es necesario ingresar al campo de la política. A tal punto ha
llegado la descomposición moral que si se hiciera realidad el voto voluntario
sólo acudirían 10 o 20 ciudadanos a votar.
Es
entonces que nos preguntamos ¿Al elegir a un candidato para que sea autoridad
no estaremos eligiendo a un potencial delincuente, jefe de banda criminal o depredador del erario local,
regional o nacional?
Sin
embargo, para felicidad nuestra y aunque parezca ilusorio decirlo, en la
presente coyuntura política de corrupción, demagogia e incapacidad
gubernamental que nos ha tocado vivir resulta muy cierta la esperanzadora frase
de que “Todo tiempo pasado fue mejor” pues repasando las páginas de la historia
de los turbulentos años de la Emancipación e inicios de la República hallamos
imperecederos ejemplos de prístina honestidad, capacidad y responsabilidad gubernamental
practicados por probos políticos que de estas virtudes hicieron una línea de
vida, y algunos, incluso, se dedicaron a combatir con severidad la corrupción
de todo tipo llegando a fusilar a los corruptos.
Línea de probidad, que dieron por
ejemplo el gran Tribuno de la República, José Faustino Sánchez Carrión y el
Libertador Simón Bolívar. Líneas de vida exentas de corruptelas, subrayadas por
el liderazgo, la capacidad gubernativa y una estrategia bélica inteligente y
audaz que permitieron no sólo lograr la victoria, en Junín y Ayacucho sino construir los cimientos de la nueva
forma de gobierno en que estaban empeñados: La República.
Sánchez Carrión, en su calidad de
Secretario General de los Negocios del Perú nombrado por Bolívar, consciente de
que en plena efervescencia independentista era imprescindible trabajar con
valores morales que apuntalaran el fortalecimiento del Ejército Libertador que
venía de la Gran Colombia coincide con el Libertador en castigar con severidad todo
aquello que significara latrocinio o robo considerando estos actos como “traición
a la Patria”. Convencidos de ello, Bolívar y Sánchez Carrión, prohibieron la
salida del oro y la plata del territorio nacional, la disminución del sueldo de
los militares, la sanción a los contrabandistas y una celosa vigilancia de los
dineros públicos.
FUSILAMIENTO DE LOS CORRUPTOS
Más aún, estando en
Huarmey Sánchez Carrión sostuvo: “Quienes expolien (roben) al pueblo deben ser
ejemplarmente castigados. Los funcionarios ladrones merecen especial sanción
(fusilamiento)”. Luego, en carta al Libertador le diría: “Mientras las
provincias no sean servidas por hombres de juicio (probos) nada podremos hacer”
Criterios que fueron plasmados en sendos decretos y aplicados posteriormente
con severidad sirviendo de factores de contención a la corrupción y permitieron
sellar la independencia nacional.
Claro ejemplo de severidad fue el caso del
Cajero del batallón Caracas que luego de perder en un juego de azar tomara 700
pesos de la Caja del Ejército delito por el cual Bolívar ordenó su fusilamiento
en la Plaza de Armas de Trujillo. A esta sanción continuaron muchos otros más. Al
respecto el historiador, Dr. Nicolás Rebaza Cueto, en “Los Anales del Departamento
de la Libertad en la guerra de la independencia” anotaría: “El 18 de marzo de
1824 se expidió el decreto muy notable
imponiendo la pena capital (Fusilamiento) a los empleados de la Hacienda
Pública que defraudasen las rentas
nacionales”
Asimismo, con la intención de evitar los
actos de corrupción y administrar una
adecuada justicia, Sánchez Carrión propone a Bolívar, crear la Corte
Superior de Justicia de Trujillo y con ello el Poder Judicial de la nueva Patria,
hecho que se produjo el 26 de marzo de 1824. En su instalación el huamachuquino
expresaría: “…se crea una institución perteneciente a la paz que con el libro
de las Leyes (Constitución Política) sostendrá el orden civil y administrará la
justicia”.
Este accionar de combate a la corrupción consolidó el plan de liberación de la Patria y permitió construir los cimientos del hermoso edificio de la Nueva Patria destinada a ser próspera y libre. Un pasaje histórico que traemos a la memoria de la peruanidad en estos días cercanos al recordar los 235 años del nacimiento del Ícaro de la Libertad: el Tribuno huamachuquino Dr. José Faustino Sánchez Carrión, (13 de febrero del 1787), cuya vida y obra reconocemos y agradecemos, pero que es desconocida por el “aprendiz de Presidente”, Pedro Castillo Terrones, involucrado como está en reprobables actos de corrupción junto a sus ministros y funcionarios dejando al país a la deriva. ¿Qué habría sucedido si esto hubiese ocurrido en la época de Sánchez Carrión y Bolívar?