" AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNÍN Y AYACUCHO "

domingo, 20 de junio de 2021

Todas las sangres

Por: Luis Peña Rebaza

El Perú es la suma de varios perúes, un país diverso y multicultural en sus paisajes y en sus gentes cuyas características particulares, más que nunca, se evidenciaron en este proceso electoral. A poco más de un mes de empezar las conmemoraciones de nuestro Bicentenario, resulta patético confirmar la persistencia de un considerable sector de ciudadanos cuya mente y acciones rememoran el periodo virreinal o aquel de la vieja república aristocrática y para quienes los peruanos no somos considerados iguales en derechos y deberes, indistintamente del lugar y origen. A ellos es oportuno recordar que el voto de un ciudadano de San Isidro, quien tiene la suerte de acudir a vacunarse a Miami, vale igual que el de un arriero aimara de Puno y un agricultor de Yanac-Huamachuco.

Doscientos años de vida republicana, tiempos de avances y retrocesos, de esplendores e infortunios, de logros y de frustraciones, de héroes y villanos. Doscientos años de vida independiente y, en promedio, el treinta por ciento de nuestros compatriotas viven en condición de pobreza y más del setenta por ciento de la PEA se encuentra en el sector informal.

Debemos recordar que, al iniciarse la pandemia, en marzo del año pasado, apenas contábamos con algo más de cien camas UCI para atender a casi treinta y tres millones de peruanos. ¡Qué vergüenza! y aquel desafortunado que, de pronto, caía víctima del virus debía disponer de cuatro o cinco mil soles para adquirir un balón de oxígeno, o de cien mil soles para depositar como garantía en una clínica privada en aras de intentar salvar su vida. Es decir, la salud considerada como un vil negocio, para enriquecerse a costa del dolor ajeno.

Después de esta terrible pandemia y en el marco de dicho Bicentenario, en definitiva, no podemos seguir siendo el país de siempre, aquel de las brechas profundas entre la costa y la sierra, la ciudad y el campo, el mundo urbano y el mundo rural. Se ha evidenciado una profunda discriminación y racismo entre quienes, paradójicamente, arguyen defender la democracia y la libertad. En tal sentido, en el marco democrático, se imponen cambios urgentes y profundos, los cuales serán el más sincero homenaje a nuestros precursores y héroes, aquellos que con la pluma y la espada nos legaron esta patria, por cierto, imperfecta, pero es una ineludible tarea presente y futura de los ciudadanos el contribuir a su mejora.

DIARIO UNO