Miles de transportistas confirmaron que este jueves 10 de abril no saldrán a trabajar como medida de protesta ante el incremento de asesinatos, extorsiones y amenazas que vienen sufriendo en distintos puntos de la capital. La movilización, liderada por la Coordinadora de Transporte Urbano para Lima y Callao, agrupa a más de 7 mil unidades que dejarán de circular, afectando el 70% de los 18 millones de viajes diarios en la ciudad.
La decisión se toma tras una semana marcada por la violencia. En Oquendo, dos hombres fueron asesinados a balazos dentro de una camioneta; uno de ellos era conductor. En Lurín, otro chofer fue atacado mientras trabajaba, recibiendo un disparo en la pierna. Estas escenas se suman a los más de 40 casos de extorsión que los gremios aseguran haber denunciado sin recibir respuestas efectivas del Estado.
Representantes de los gremios señalaron que si no se adoptan medidas inmediatas por parte del Ejecutivo, Congreso y sistema de justicia, el paro podría prolongarse en los próximos días. “Este no es un paro por capricho, es un grito desesperado de quienes están siendo asesinados por mafias”, concluyeron.(24 Horas)