Erick Quijano Vásquez confesó que asesinó a un menor de 10 años de un balazo en la cabeza y que sus familiares lo ayudaron a esconder los restos de la víctima, en el distrito de Parcoy, provincia de Pataz.
¡Confesó su delito! Un niño de apenas 10 años de edad fue reportado como desaparecido el pasado dos de febrero cuando jugaba en un campamento del sector El Encanto, en el anexo Retamas, distrito de Parcoy, provincia de Pataz.
Desde ese momento la familia de J. P. V. (10) lo venía buscando por todos los lugares esperando hallarlo con vida. La ronda campesina del sector La Soledad capturaron el pasado martes al principal sospechoso del atentado, el vecino del menor.
Confesó el crimen
Erick Quijano Vásquez (18) dijo que el día en el que ocurrió el asesinato se había despertado con un fuerte dolor de cabeza ya que se había amanecido tomando junto a otras personas. Al salir de su casa estaba jugando con un arma de fuego y de pronto se le habría escapado un tiro que impactó en la cabeza del niño.
En ese momento no supo qué hacer y fue a ver a su hermano para decirle lo sucedido. Ellos decidieron llamar a su primo y otro amigo para que entre los cuatro lleven los restos del menor a un pozo, en el sector Carhusucha, distrito de Buldibuyo, y así enterrarlo.
El cuerpo del menor fue hallado en el pozo a más de dos metros de profundidad y estaba cubierto de tierra. Quijano Vásquez fue capturado por las rondas campesinas para luego ser puesto a disposición de la fiscal de turno de Pataz, Lesly Luján.
Los restos mortales del menor fueron llevados a la morgue de Trujillo para la necropsia de ley. La Fiscalía pedirá prisión preventiva para el asesino confeso y ordenaron la captura de los demás implicados en el crimen.(LA INDUSTRIA)