domingo, 3 de abril de 2016

Lo que el pueblo quiere

Escribe: Dionicio Mantilla León

A pocos días de las elecciones la mayoría de la población aún se encuentra desconcertada ante la avalancha de renuncias de candidatos a la Presidencia de la República los que de 19 que iniciaron la jornada, quedan hoy, sólo 10. Lo que si va quedando claro es que, por primera vez, luego de varias décadas, se presentan candidatos de izquierda frente al numeroso grupo de candidatos de la derecha tradicional, continuista y defensora del sistema económico neoliberal causante de los problemas que nos aquejan.

Sin embargo, la duda que persiste es qué postulante podrá solucionar los álgidos y terribles problemas que desde hace mucho tiempo nos viene aquejando como una eterna maldición. Problemas que parecieran insolubles como la inseguridad, la corrupción, injusticia social, el atraso económico, los deficientes servicios sociales de educación y salud, desnutrición infantil, falta de empleo, falta de infraestructura vial, ausencia de desarrollo agrícola e industrial, existencia de una minería contaminante; asimismo, la entrega a las compañías transnacionales, vía concesión, de nuestros sectores estratégicos: puertos, aeropuertos, espacio aéreo, y nuestros recursos naturales, gas, hidrocarburos, entre muchos más.

Ad portas de una nueva jornada democrática para renovar nuestros cuadros gubernativos los ciudadanos queremos un cambio profundo del actual estado de cosas. Un estado de cosas que va dibujando un panorama desesperante que agudiza más nuestra pobreza y extrema pobreza, ubicándonos en el negro pozo de la injusticia y la miseria mientras los sucesivos gobernantes que hemos tenido se enriquecen ilícitamente. Un panorama en el que nuestro país va ocupando los primeros lugares a nivel mundial en producción de droga e inseguridad, ocupando, los primeros lugares en el mundo en poseer gobernantes corruptos. Uno de ellos, Alberto Fujimori, purgando hoy condena y, una de sus cómplices, su hija Keiko, postulando, irónicamente, a la presidencia de la República.

Lo que el pueblo quiere es un Presidente o Presidenta honesta y capaz que concrete, en primer lugar, una auténtica seguridad ciudadana enfocada de manera integral enfatizando en lo preventivo, disuasivo y represivo; una reforma integral del Poder Judicial, el Ministerio Público, la Policía Nacional, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), la eliminación de los indultos presidenciales; la eliminación de los beneficios carcelarios; eliminación de todos las cárceles existentes en las ciudades y su ubicación en lugares inaccesibles. Un gobernante que ataque frontalmente la corrupción con la imposición de la “muerte civil” para todos los funcionarios públicos que delincan, sin prescripción del delito y sin celda dorada.

Un gobernante que trabaje por un desarrollo económico nacionalista y sostenible que signifique una diversificación productiva que respete la decisión de los pueblos que no quieren minería contaminante, sino una minería responsable, que fomente el agro y ganadería, sobre todo, de la sierra y la selva, promoviendo, a su vez, la formación de nuevos pueblos en la fronteras del país y en zonas apropiadas de estas dos regiones. Que fomente una industrialización intensiva en base al uso de nuestras materias primas y la construcción de una infraestructura vial apropiada.

Un mandatario que brinde los servicios sociales de educación y salud de calidad en base a una reforma integral de los mismos y la fijación de un presupuesto racional, así como el mejoramiento de los programas sociales orientándolos hacia la productividad. Un mandatario que concretice el Sistema Único de Remuneraciones, la Ley General del Trabajo, que respete la vigencia de los derechos humanos y laborales, que recupere para el Estado los sectores y empresas estratégicas y neurálgicas: puertos, aeropuertos y espacio aéreo, que recupere o revise los contratos de nuestros recursos naturales (hidrocarburos, gas) entregados miserablemente por quienes hoy postulan, a la Presidencia: Pedro Pablo Kuschincsky y Alejandro Toledo.

Un (a) Presidente (a) que haga realidad una nueva Constitución Política que recoja las aspiraciones de los peruanos y no el interés de un dictador y su familia. Una carta magna gestada por un Congreso Constituyente elegido de entre los representantes más idóneos de las fuerzas vivas de la sociedad peruana y no de los partidos políticos cuya mayoría es corrupta.

AHORA BIEN, EN ESTA NUEVA JORNADA DEMOCRÁTICA VIENEN OCUPANDO LOS CINCO PRIMEROS LUGARES DE LAS PREFERENCIAS ELECTORALES LOS SIGUIENTES CANDIDATOS: KEIKO FUJIMORI, PEDRO PABLO KUSCHINSKY, VERÓNICA MENDOZA, ALFREDO BARNECHEA Y ALAN GARCÍA. CADA UNO CON UNA CORRIENTE IDEOLÓGICA CONOCIDA LA MAYORÍA, DERECHISTAS, CON PROPUESTAS CONTINUISTAS QUE NO SIGNIFICAN UN CAMBIO REA DEL ACTUAL ESTADO DE COSAS, NI MENOS UNA SOLUCIÓN A NUESTROS ETERNOS PROBLEMAS QUE HEMOS ANALIZADO LÍNEAS ARRIBA. URGE UNA NUEVA OPCIÓN QUE BUSQUE EL CAMBIO.

COMO CIUDADANOS NOS QUEDA, PARA ELEGIR AL PRÓXIMO PRESIDENTE O PRESIDENTA, NO SÓLO ANALIZAR SUS PROPUESTAS, SINO TAMBIÉN, SU POSICIÓN IDEOLÓGICA, SU PASADO, SU PERSONALIDAD Y SUS DOTES DE ESTADISTA. DE ELLO DEPENDERÁ EL FUTURO DE NUESTRO PAÍS CAMINO AL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL.