Foto: Beto Mendoza
Por: Dionicio Mantilla León
Hace unos días los comuneros del caserío de Urpay asumieron una actitud de protesta ante lo que consideran un grave daño a la salud de la población por la presencia de un botadero de basura municipal y todo lo que trae consigo: contaminación, presencia de ratas, moscas, mal olor, recicladores; todo lo cual conlleva un grave atentado contra la ecología del lugar y repercute en la supervivencia de las personas, animales y plantas. Una actitud de fuerza que significó la toma de la vía de acceso al botadero de basura a fin de evitar el ingreso de los camiones municipales recolectores de basura. Acción que tomara por sorpresa a las autoridades de la Municipalidad Provincial quienes habían convocado para el 5 de Febrero a una reunión conjunta con la comunidad en donde se informaría los pasos que se vienen dando para cerrar el botadero y convertirlo en un relleno sanitario.
Por un elemental sentido de justicia considero que a la población de Urpay le asiste toda la razón y dicho basural existente en su jurisdicción debe ser eliminado lo más pronto posible y en eso también están de acuerdo las autoridades ediles; empero, teniendo en cuenta la magnitud de dicho basural la eliminación debe realizarse según las normas sanitarias establecidas por el Ministerio de Salud en la que debe ser incluida la suspención del arrojo de basura en dicho lugar.
Empero, en honor a la verdad, es preciso puntualizar que la formación del botadero de basura fue gestado en el 2003 con la compra por parte de las autoridades ediles de aquel entonces de 15 has.de terreno en Urpay con el propósito de establecer allí un Relleno Sanitario; sin embargo, el tema no mereció el interés respectivo y recién en el 2009 se procede a elaborar el perfil y, al año siguiente, el expediente técnico, demora que propició la formación paulatina del gigantesco botadero de basura. Es durante la presente gestión municipal que se elabora el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y el Proyecto de Evaluación Arqueológica a fin de obtener el Certificado de Inexistencia de Restos Arqueologicos (CIRA) de parte del Ministerio de Cultura, el cual recién se consiguió el 18 de febrero último, debiéndose dar pase a la concreción de un Proyecto de Inversión Pública con el cual hacer realidad el cierre del botadero y la instalación de un Relleno Sanitario con los beneficios que, según las autoridades municipales, traerá consigo no sólo para Huamachuco sino para la misma comunidad de Urpay, información que fuera dada a conocer en la reunión conjunta del 20 de febrero.
Sin embargo, ante la negativa de los urpainos de que sus terrenos sean sede del futuro Relleno Sanitario dicho proyecto queda paralizado siendo necesario por ello buscar otro terreno apropiado razón por la cual, en sesión extraordinaria del día miércoles último se acordó comprar un terreno de 200 has.en otro lugar para implementar en él el denominado “Proyecto de Inversión Pública del Relleno Sanitario y obras conexas”. Sin embargo, mientras esto ocurra, ¿Qué hacer con el gigantesco basural formado en Urpay? Más aún: ¿Qué hacer con la basura de la ciudad que se recolecta diariamente? Preocupantes interrogantes que surgen debido a que las sucesivas autoridades que hemos tenido han tomado muy a la ligera la solución de los problemas comunales. Si se hubiera atendido, prioritaria y oportunamente, este tema no habría adquirido el nivel de complejidad que tiene ahora.
LA DECISIÓN TOMADA POR NUESTROS HERMANOS URPAÍNOS DEBE SER RESPETADA; sin embargo, ante el conflicto suscitado es necesario que ellos no se nieguen al diálogo al que vienen invitando nuestras autoridades provinciales pues urge eliminar los riesgos para la salud que devienen de la existencia del botadero de basura, eliminación que debe efectuarse junto con las autoridades de salud, no hacerlo significaría suicidarse. Y, mientras se va trabajando en la concretización de un auténtico relleno sanitario en otro lugar, las autoridades deberán encontrar una zona en el que temporalmente se deposite la basura de Huamachuco siempre con la condición de no afectar a nadie.
Considero que el tema es muy delicado y debe ser tomado con la prudencia que el caso requiere. Debemos tener en cuenta que siempre nuestro pueblo ha tenido tradición unitaria, es decir se ha caracterizado por solucionar sus problemas internos de manera armoniosa e inteligente sin llegar a autodestruirse. La unidad, sensatez y moderación debe primar por encima de cualquier otro interés mezquino y subalterno, entre ellos determinados intereses políticos y económicos. Debemos entender que entre nosotros mismos, entre hermanos, no debemos enfrentarnos.
De otro lado, es preciso no perder de vista que la importante obra del RELLENO SANITARIO MUNICIPAL forma parte de todo un paquete de obras destinadas al suministro de indispensables servicios comunales como son el agua potable, desagüe y la necesaria consecución de una poza de oxidación. Servicios básicos para la vida de la comunidad huamachuquina que lamentablemente aún no se hacen realidad y que son materia de una gran preocupación ciudadana considerando que falta muy poco para concluir la presente gestión edil.
Los sucesos producidos en estos días en Urpay posiblemente sirvan para que nuestras autoridades “se pongan las pilas” y pongan en marcha no sólo el citado paquete de obras de servicios comunales básicos sino también atiendan otras necesidades y problemas comunales de suyo importantes los que aún no son atendidos y que podrían constituirse en futuros focos de conflictos sociales. Temas que el autor de esta nota, fraternal y constructivamente, ha hecho notar oportunamente de manera personal y a través de este mismo medio de comunicación a nuestras actuales autoridades municipales.