Por: César Lévano
Hace pocos días, LA PRIMERA publicó la noticia de que Topy Top, que fabrica textiles y Desempleos, había despedido una vez más a trabajadores incursos en el delito de sindicalización. El ministro de Trabajo, José Villena, por supuesto no se ocupó del caso.
Ahora, el que está a punto de ser despedido es él.
Eso le pasa por ser muy macho. El martes último lo demostró en el aeropuerto de Arequipa, cuando “ordenó”, a grito pelado, sazonado con ajos y cebollas, que se detuviera la marcha de un avión de LAN que estaba en etapa de despegue. A él tenían que obedecerle, aseveró, porque es hombre de confianza del Presidente Ollanta Humala. Es ministro de Humala, pero más es ministro del todopoderoso mandón de la Economía Luis Castilla.
El martes de su machismo, Villena no se limitó a vociferar. Maltrató de palabra y obra a la trabajadora de la compañía aérea, Ana Lucía Ramos. La joven de 23 años no es precisamente una Kina Malpartida, por lo cual el valiente Villena pudo agredirla sin temor.
Un memorioso recordó que cuando Villena asumió la cartera de Trabajo exaltó el diálogo. “Diálogo a todo nivel”, predicó, “respetando a todas las personas, independientemente de su origen, calificación, cultura e idioma y respetar sobre todo los derechos fundamentales de la persona”.
¡Qué bonito discurso!
José Andrés Villena Petrosino es abogado por la Pontificia Universidad Católica y posee un Máster en Administración Pública por la Universidad de Investigación “José Ortega y Gasset” de Madrid, España.
Antes de arrellanarse en el sillón ministerial ocupó la Dirección General de Recursos Públicos del Ministerio de Economía. Ahí fue un agente activo de la política neoliberal de austeridad para los trabajadores y de privilegio para la gran empresa nacional y extranjera.
Su único antecedente sobre política social es que fue Asesor principal de la Oficina de Normalización Previsional (ONP), que ha sido purgatorio e infierno de jubilados. Postergación, expedientes falsos a favor de estafadores, recorte de beneficios: toda la panoplia del abuso se ha ejercido ahí.
Carmela Sifuentes, presidenta de la Confederación General de Trabajadores del Perú, pidió ayer que se destituya a Villena del cargo de Trabajo, debido a la cobarde y prepotente actitud en el aeropuerto de Arequipa, pero también por la línea antilaboral que aplica. Uno de los fundamentos para esa demanda es que el ministro se niega a dialogar con las organizaciones sindicales.
El doctor Villena no puede quejarse. Ha ganado la notoriedad que no había cosechado como ministro. Sindicatos, organizaciones femeninas, congresistas, medios de comunicación de todas las tendencias lo tienen en su agenda.
Todos le otorgan los guantes de oro del machismo. Todos le exigen que se baje del cuadrilátero y se retire a su casa.(la primera)