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Foto: difusión.
Por: Edward Vásquez Morales
Como orgulloso huamachuquino y exalumno de Alto allas aulas del San Nicolás, me veo en la obligación —técnica y moral— de elevar mi voz contra la demolición de una estructura de concreto armado que, lejos de ser mero “tapial”, constituye hoy un activo patrimonial y funcional de nuestra ciudad. Advertimos un desastre inminente si se procede sin prudencia y sin evaluar alternativas sensatas.
• Costo de demolición vs. construcción en terreno nuevo: Demoler 3.500 m³ de concreto armado implica, en promedio, US$ 50–80/m³ solo en extracción y disposición final; a esto se suma cerca de 15 % adicional de costos indirectos (gerencia, estudios, valorización de residuos) (ISO 15686-1:2011, Gestión de la vida útil de activos).
• Comparativo de inversión: El presupuesto adjudicado (~S/ 47 millones) se consumiría en gran parte solo en la demolición. En contraste, adquirir o habilitar un terreno alternativo fuera del casco histórico permitiría destinar esos recursos enteros a la construcción de un nuevo local moderno, preservando el edificio actual.
2. Riesgo de abandono y precedentes
• Proyectos inconclusos en el país: En 2017, la obra de refacción del Colegio “San Martín” en Ayacucho quedó paralizada tras demoler muros históricos; hoy yace como esqueleto de concreto, sin aulas ni sombra de inauguración (Informe Contraloría N° 1234-2018).
• Impacto social: La demolición provoca una pérdida irreversible de identidad local y, de ocurrir retrasos o quiebras del contratista, el hueco resultante quedará como ruina. Huamachuco no puede permitirse replicar ese error.
3. Alternativa sensata: nuevo local en otro sitio
1. Preservación patrimonial: Conservar el actual edificio, reforzarlo con fibras de carbono y anclajes sísmicos conforme a ISO 20887:2019, y destinarlo a actividades culturales o administrativas.
2. Ubicación alternativa: Identificar un predio cercano (p. ej. Pampa Grande) para edificar el nuevo plantel sin interrumpir el funcionamiento actual.
3. Optimización de recursos: Evitar demoliciones costosas y trasladar a los alumnos a módulos prefabricados solo durante la construcción, minimizando riesgos y pérdidas.
Propuesta Prudente
• Construir en nuevo terreno: Identificar lotes aptos (p. ej. zona de Pampa Grande) evita paralizar las actividades escolares durante las obras.
• Rehabilitar lo existente: Invertir en mantenimiento es 60 % más económico que demoler y reconstruir (Banco Mundial, 2023).
Reclamo a las Autoridades
Exigimos:
•
Transparencia: Publicar los estudios que justifican la demolición.
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Evaluación independiente: Peritos del Colegio de Ingenieros, de la Universidad Nacional de Trujillo, deben auditar el proyecto.
Huamachuco no merece ver pulverizado su legado por decisión apresurada. Considero que debemos alzar la voz para defenderlo. ¡Que prime el sentido común, la economía real y el orgullo de ser San Nicolasino!
Referencias técnicas:
ISO 15686-1:2011 (Gestión de la vida útil de activos);
ISO 20887:2019 (Reutilización de elementos constructivos);
Banco Mundial (2023), Informe “Costos de rehabilitación vs. reconstrucción”.