Adrianzén envió un mensaje indicando que su decisión fue "pensando en los altos intereses de la patria". En las últimas horas, bancadas le quitaron el respaldo.
Se va. El titular de la PCM, Gustavo Adrianzén, renunció esta noche a su cargo. Su anuncio ocurre faltando un día para que el Congreso evaluara la moción censura en su contra. En las últimas horas, bancadas le quitaron el respaldo.
Desde Palacio de Gobierno y acompañado por la presidenta Dina Boluarte y sus ministros, el funcionario saliente señaló: "Pensando en los altos intereses de la patria, me asiste hoy el deber de presentar mi renuncia irrevocable al cargo de presidente del Consejo de Ministros, con el que usted me honró".
"Durante el tiempo que ejercí el cargo de premier lo hice con gran sentido de responsabilidad y de compromiso y siempre en concordancia de cumplir mis funciones sin cometer actos de corrupción. Sería imposible enumerar ahora los logros alcanzados a lo largo de este tiempo. Solo me queda indicar que todo ha sido posible gracias al gran equipo que conformamos bajo su liderazgo", agregó.
Además, agradeció a los ministros. "Expreso mi más sincera gratitud a funcionarios y servidores de la PCM que me acompañaron durante estos meses. A ellos les atribuyo dichos logros. Ellos son los artífices de lo que hemos logrado hacer en estos casi 15 meses al servicio de la patria. A ud., presidenta, le reitero mi agradecimiento más sincero por la confianza depositada en mí para ejercer el cargo".
"Mi vocación de servir al país se mantiene incólumne y estaré siempre presto a acudir a su llamado para continuar en la noble tarea de servir al Perú. Auguro grandes éxitos en los meses que le queda de gobierno".
"Más temprano q tarde se sabrá que lo hicimos todo por el Perú y que lo hicimos con punche. Gracias, presidenta", finalizó.
Adrianzén fue el tercer jefe de gabinete del gobierno de Dina Boluarte y el segundo que más tiempo duró (14 meses).
Polémicas en su entorno
El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, supo manejar la relación entre el Ejecutivo y Legislativo, caracterizada por una condescendencia del primero con el segundo. Sin embargo, los escándalos deterioraron el vínculo.
Masacre de Pataz
La gota que derramó el vaso fue el asesinato de 13 trabajadores mineros en Pataz, La Libertad. Días antes, Adrianzén aseguró en conferencia de prensa que no existía ningún secuestro, a pesar de las denuncias.
Una vez que se hallaron los cadáveres, diversas bancadas iniciaron la recolección de firmas para presentar mociones de censura por la incapacidad del premier para enfrentar la delincuencia.
Cirugías de Boluarte
La presidenta Dina Boluarte se vio envuelta en escándalo luego de que se revelara que se sometió a intervenciones quirúrgicas sin avisar al Congreso. Esto motivó a que se le acuse de presunto abandono del cargo. La mandataria aseguró que se trató de una operación por motivos de salud y no estéticos.
El premier Adrianzén apoyó la versión de Dina Boluarte y aseguró que se trató de procedimientos por motivos de salud. Sin embargo, esta afirmación fue contradicha por el cirujano plástico Mario Cabani, quien confirmó que las intervenciones fueron estéticas, salvo una septoplastia funcional.
Asimismo, el jefe del gabinete también defendió el derecho a la privacidad de la mandataria y calificó las críticas como "una tontería mayúscula", argumentando que revelar detalles sobre su salud era invasivo.
Aumento de sueldo a Boluarte
Gustavo Adrianzén también causó polémica al defender la propuesta para aumentar el sueldo de Dina Boluarte a más de S/ 35,000, argumentando que su salario actual es inferior al de otros altos funcionarios del Estado.
De acuerdo al premier, la presidenta "cobra aproximadamente lo que un director general de cualquier ministerio", a pesar de sus responsabilidades como jefa de Estado.
Asimismo, aseguró que la presidenta "no ha solicitado ni promovido" el incremento salarial, señalando que la propuesta proviene de un análisis técnico realizado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). En una conferencia de prensa, enfatizó que el ajuste es parte de un "proceso natural de cumplimiento de una ley" y no una decisión arbitraria. (PERÚ 21)