¿NOS ACERCAMOS A LOS 500 AÑOS DE NUESTRA EXISTENCIA COMO CIUDAD Y QUÉ HEMOS HECHO PARA SUPERAR LOS GRAVES PROBLEMAS QUE NOS AQUEJAN PARA ASÍ ALCANZAR LA META DE DESARROLLO Y BIENESTAR?
Por: Dionicio Mantilla León
El nacimiento de un
hijo o una hija siempre genera grandes expectativas e ilusiones, sentimientos
que van acompañados de alegría y satisfacciones, pero, también, de temores,
futuras responsabilidades y obligaciones para los progenitores. Aún así, el
nacimiento de un vástago es un canto a la vida y una magnifica oportunidad para
expresar alabanzas a nuestro magnánimo Dios, Jehová, creador de la vida. Un emerger
a la vida que está orientado o, debe estarlo, hacia una meta, hacia un
horizonte signado por dos luminosos y supremos valores: desarrollo y felicidad.
Una meta que, con esfuerzo, nuestros padres alcanzan siendo obligación de los
hijos e hijas no sólo conservar sino superar lo cual entraña asumir
determinadas responsabilidades.
Sin embargo, el hispano barbudo no era el único que se había lanzado a la titánica tarea de conquistar el Tawantinsuyo, otro paisano suyo tenía la misma intención.
incursionando por el
norte tawantunsiyano. Era Pedro de Alvarado, quien ya se hallaba n el reino de
Quito (Ecuador) amenazando avanzar hacia el sur. Pizarro no deseandotener
competidores envío a Diego de Almagro a detener su avance y convencerlo para el
retiro. El lugarteniente de Pizarro se dirigió hacia Quito y sin utilizar armas
sino entregando una apreciable cantidad de oro, logró su cometido.
Al regresar de la misión encomendada
Almagro pasa por un valle de espléndida fertilidad evidenciado por un caudaloso
río, una profusa vegetación, numerosos animales y un clima y paisaje de
maravilla. Había llegado al valle de Chimor, que era asiento del gran Reino de
los Chimor. Muy entusiasmado por el hallazgo, comunica de esto a Pizarro decidiendo
ambos crear allí, a orillas del río, una ciudad o recinto urbano. Para graficar
este magno evento existe una escasa fuente histórica contándose sólo con los estudios de los investigadores, Carlos
Romero y Rubén Vargas Ugarte.
El hallazgo se habría producido en
diciembre de 1533 y por encargo de Almagro el hispano Martín de Estete hizo el
trazo de la ciudad con sus respectivas calles y un solar que serviría como
Plaza de Armas, así como también para la posterior edificación de templos. Un
trazado realizado de manera armónica y en forma de tablero de ajedrez. Francisco Pizarro optó por denominarlo,
Trujillo, en recuerdo de la ciudad de su nacimiento, Trujillo de Extremadura.
La organización como ciudad estuvo a
cargo del mismo jefe de la expedición conquistadora, Francisco Pizarro, el 5 de
marzo de 1534 quien procedió al reparto de solares para viviendas así como a
nombrar las primeras autoridades:
Rodrigo Lozano y Blas de Atienza y como Regidores, a Alonso de Alvarado, García
de Contreras, Diego Berdejo, Pedro Male, y Pedro de Villafranca. Los primeros
en poblar Trujillo fueron 31 ciudadanos. El flamante recinto urbano por llevar
el nombre de la ciudad de origen de
Pizarro y encontrarse en la sede del reino Chimor tuvo algunos privilegios pues
se delineó de manera apropiada y con facilidades tal como era el discurrir
normal de una ciudad. Con el transcurrir del tiempo los sucesivos gobernantes que
tuvo edificaron elevadas murallas con las que protegieron la ciudad de los
piratas que como pirañas se lanzaban a asaltar y saquear a los pobladores.
NUESTRO COMPROMISO
Han transcurrido 487 años del magno
acontecimiento del nacimiento de nuestra ciudad que emergió con grandes
expectativa y, por lógica, con la ilusión de que se convirtiera en una próspera
urbe habida cuenta del escenario natural en que se halla. Estamos a 13 años de celebrar los 500
años de este trascendente evento histórico y junto, al canto a la vida y
reconocimiento a nuestro Divino Hacedor por nuestra existencia en este lugar
maravilloso, emergen interrogantes muy inquietantes: ¿Y qué hemos hecho,
hacemos o proyectamos hacer los hijos de la ciudad de Trujillo por ella?
Si bien nuestros padres: próceres, héroes y mártires nos legaron una ciudad libre e independiente con una incipiente prosperidad es nuestra obligación, autoridades y moradores juntos, vencer los obstáculos que significan los graves problemas de la delincuencia, informalidad y pobreza; así como hacer realidad la mega obra de la III etapa de irrigación de CHAVIMOCHIC, la erosión costera, relleno sanitario, entre otras obras más.
Sólo cuando, con la férrea unidad de los
trujillanos, superemos los graves problemas
comunales que nos aquejan podremos alcanzar la ansiada meta del desarrollo y
bienestar y habremos honrado el privilegio
de ser trujillanos.