Escribe: Dionicio Mantilla Leòn
Las empresas mineras guiados por su ambición desmedida de lucro no vacilan en atentar contra los recursos naturales para ello “convencen” a muchas autoridades para que les allanen las trabas. No les interesa para nada la historia, la cultura, el turismo y el respeto a la propiedad de los pueblos.
Para las mineras irresponsables sólo les interesa el oro. Saquear nuestro subsuelo, dejarlo como “cascarón” de huevo (Como el Cerro El Toro) y, luego de unos años, fugar a otros lugares del Perú a otro país a hacer lo mismo y, ¿Cómo quedan nuestras tierras? Como un miserable desierto, sin vida, ni esperanza aumentando así la miseria de nuestros pueblos. De eso estamos plenamente convencidos; sin embargo, existen, también, casos excepcionales de mineras responsables que piensan en el interés y el derecho de los demás.
Esto viene a propósito por lo viene ocurriendo con el proceder del Viceministerio de Cultura de anular, a través de la Resolución Viceministerial 074 del Ministerio de Cultura, el reconocimiento de los restos arqueológicos que existen en la zona cercana al lugar de operaciones de la Minera La Arena, como Patrimonio Cultural de la Nación para que así, presuntamente, esta minera pueda ampliar su zona de explotación, actitud la cual, nos resistimos a creer.
Esto nos lleva a preguntar. Si esto último fuera cierto sería un condenable atentado contra la cultura huamachuquina. Preguntándonos: ¿Esta acción nace de una directiva superior del gobierno o es promovido por algún “interés” subalterno de algún funcionario de mando medio? Resulta pertinente obtener alguna respuesta, como también resulta una explicación de parte de los directivos de la Unidad Ejecutora N*7 a cargo del cuidado de los restos arqueológicos de la provincia; así también, urge una precisión de parte de los directivos de la empresa minera La Arena.
Estos hechos merecen ser objeto de una exhaustiva investigación por parte de las autoridades pertinentes de la Gerencia Regional de Energía y Minas de La Libertad, así como del Congreso de la República en donde la representante por Huamachuco, Rosa Bartra Barriga, tenemos entendido ya está tomando cartas en el asunto.
Muy importante sería que, los funcionarios de la Unidad Ejecutora N07, a cargo de los trabajos de Markahuamachuco y de todo lo que es resto arqueológico de nuestra provincia, brindaran, una información en detalle, de todo lo acontecido en honor a la verdad.Todo atentado en contra de los intereses de nuestra provincia merece nuestro profundo rechazo razón por la que es necesario que la colectividad huamachuquina, principalmente las organizaciones sociales de base, deben mantenerse vigilantes ante cualquier atropello a nuestro pueblo. Resulta preocupante que Huamachuco, como ciudad, se vaya quedando, poco a poco, sin zona de expansión. Paulatinamente se va reduciendo más y más por el avance incontenible de la explotación minera.
Si en las manos de las mineras estuviera ya hubiesen ingresado hasta la plaza de armas de nuestra ciudad y estuviesen saqueando el subsuelo como viene ocurriendo con la ciudad de Cerro de Pasco, capital de la Región de Pasco, cuyo sub suelo ya no existe por la que la minera que opera en la zona viene planteando a los habitantes de esa ciudad, mezquinamente como alternativa, la reubicación de dicha ciudad hacia otro lugar. Temerario proyecto al que nos encaminamos si permitimos que prosperen nefastas pretensiones similares en nuestras tierras.