Por: Dionicio Mantilla León
Hace unas semanas la encuestadora VOX Populix publicó una encuesta en Trujillo para conocer el nivel de aprobación de la gestión de nuestras principales autoridades obteniendo los siguientes resultados: Elidio Espinoza, Alcalde de Trujillo, 7.9 % de aprobación y 73.1% de desaprobación; y el Gobernador Regional de La Libertad, Luis Valdez, obtuvo 10.45 de aprobación y 59% de desaprobación. Ambos, con un altísimo nivel de desaprobación ciudadana que dice mucho de la incapacidad de ambas autoridades para liderar los destinos de Trujillo y la región, poniendo en tela de juicio la gobernabilidad lo que entraña un gravísimo peligro para nuestro futuro.
Empero, si bien la diferencia de puntos es mínima entre ambas autoridades es justo reconocer que el Gobernador Regional, de manera general, salvo omisiones y errores de negligencia detectados últimamente, se encuentra muy por encima de la gestión del burgomaestre de Trujillo por su dinamismo y liderazgo. Cualidades de los que carece Elidio Espinoza quien exhibe caos administrativo, carencia de funcionarios eficientes (salvo la huamachuquina, Nelly Salvatierra, Jefa del SATT), acciones de corrupción, negligencia, falta de visión de estadista y autoritarismo. Sobre todo, desidia para afrontar problemas como los desastres del fenómeno del Niño al extremo de ser amonestado severamente por la Vice Presidenta de la República, Mercedes Araoz.
De otro lado, conocidos los resultados de la encuesta ambas autoridades dejaron entrever su personalidad así, mientras don Elidio obvió olímpicamente hacer una autocrítica de su gestión afirmando: “Yo sigo trabajando. Allá los que hacen encuestas”; el Gobernador, reconocía el resultado declarando: “Reconocemos los resultados. Es un llamado de atención que debemos tener en cuenta para mejorar nuestro trabajo”. Es decir, ni más ni menos, que la soberbia frente a la humildad y la hidalguía.
Quien visite la ciudad de Trujillo puede constatar la triste situación en la que se halla tal pareciera que no tuviésemos autoridades. Con un panorama desolador: calles con pistas colmadas de huecos, montículos de basura e, incluso, con de sacos de arena usados durante los huaycos, jardines secos y parques descuidados. Ahora, en lugar de flores nuestros jardines y bermas de las avenidas exhiben inmundicia. Un problema que el Gobernador Regional pretendía atender sobre todo en el caso del parchado de baches ofreciendo 30’ millones de soles oferta que rechazó. Desde el primer huayco que asoló Trujillo, el 13 de marzo, han pasado 2 meses y medio y nuestra ciudad sigue igual de sucia. Algunos dicen que es adrede para justificar la privatización del SEGAT, institución creada por el ex Alcalde César Acuña y la que ahora carece de casi todo por la ineptitud del alcalde.
Considero que las encuestas deben aplicarse con mayor frecuencia. Esto permitiría evaluar la gestión de nuestras autoridades y, a estas, les permitiría conocer su nivel de aprobación y realizar una autoevaluación, reconocer sus aciertos y desaciertos y así, efectuar los correctivos pertinentes.
Estas encuestas debían darse también en nuestra provincia de Sánchez Carrión en donde también hay autoridades de todo tipo los que trabajan con capacidad y honestidad y los que no, y más bien el cargo les queda muy grande y no saben qué hacer dedicándose a ofrecer obras y seguir ofreciendo y, nada más. Mientras hay otros que exhiben con sano orgullo y humildad el producto de su trabajo por lo que gozan del aprecio de sus conciudadanos y, con todo derecho, intentan seguir ascendiendo. Méritos que se ven y son reconocidos por todos los que visitan sus pueblos.
Ojalá alguna encuestadora visite la provincia de Sánchez Carrión y ausculte el nivel de aprobación de la gestión de nuestras autoridades, mientras esto no ocurra creo que esa tarea es de la Oficina de Control Interno (OCI), los regidores de oposición, los periodistas y la misma población.