lunes, 27 de marzo de 2017

Las huellas del Fenómeno del Niño


Escribe: Dionicio Mantilla León

Y va pasando El Niño y tras sí va dejando, por los campos y ciudades de nuestro país, sobre todo de la costa norte incluido Lima, sus negras huellas de desolación y muerte, de angustia y desesperación. Luego de varios años de aparición_ el último fue en 1998_ en que también se hizo presente con la furia de su candente calor y apocalípticos aluviones, el fenómeno del Niño se muestra hoy con mayor fuerza.

En nuestra región, El Niño se ha hecho visible hasta en 9 provincias: Trujillo, Virú, Ascope, Pacasmayo, Chepén, Gran Chimú, Otusco, Julcán y Pataz. En esta oportunidad, hasta donde se conoce, sólo tres provincias se han librado de la furia de la naturaleza: Santiago de Chuco, Sánchez Carrión y Bolívar; pero igual, las huellas del fenómeno del Niño habrá de repercutir sobre toda la región al elevarse el costo de los productos de primera necesidad y con las pérdidas millonarias, que según el Gobernador Regional de La Libertad, Luis Valdez Farías, supera los tres mil millones de soles.

A nivel de nuestra región la furia de las aguas del río Virú destruyeron el único puente que, ubicado en la carretera panamericana une Lima con los pueblos del norte, acción devastadora que viene siendo superada por el MTC con la construcción de otro puente habilitando provisionalmente una vía alterna a través del puente de La Alameda y, más al norte de la región, en Chepén habrá de rehabilitarse otro puente destruido.

Hasta ahora, este fenómeno natural ha dado lugar en nuestra región a terribles aluviones con rayos y truenos, siete avenidas de las aguas de la temida quebrada de San Ildefonso que nace en el Porvenir, así como la activación de todas las quebradas del rededor de Trujillo: San Carlos, del León, la pequeña quebrada de Santo Domingo y el canal de la Mochica al norte de la ciudad provocando hasta hoy 23 mil damnificados y la destrucción de 3,500 has. de tierras de cultivo, afectando sobre todo el plátano orgánico, el arroz, maíz y productos de pan llevar; provocando la muerte de animales y la destrucción de miles de viviendas construidas sobre todo de material rústico de los distritos de Florencia de Mora, Esperanza, Porvenir, Laredo y Víctor Larco en donde, en buen numero, sus habitantes han perdido todo.

Y como, se ha hecho ya costumbre, la falta de liderazgo, irresponsabilidad y negligencia de parte de la mayoría de alcaldes entre ellos el burgomaestre trujillano, Elidio Espinoza, se hizo presente agravando aún más la angustia y el dolor de los pobladores afectados. A esto se añade el robo descarado de los donativos para las víctimas hecho repudiable protagonizado por trabajadores de la MPT, el sobre precio en la compra de implementos para las víctimas realizados por esta misma entidad y la carencia de logística para el recojo de basura por parte del SEGAT institución también municipal convirtiendo nuestra ciudad en un gigantesco foco infeccioso colmado de barro de las quebradas y la basura. Una ciudad prácticamente sin autoridad local.

El vacío de poder y liderazgo que se nota en nuestra ciudad ha sido tan ostensible que la misma Segunda Vicepresidenta de la República, Mercedes Araoz, ha llamado públicamente la atención al Alcalde trujillano. Una negativa situación que ha propiciado para que el mismo vecindario asuma su papel protagónico organizándose por su cuenta para el recojo de basura y la colocación de barricadas para evitar el ingreso a sus calles del lodo de las quebradas.

Lo que también ha llamado la atención es que el Gobernador Regional haya declarado que un Alcalde, sin tener afectados en su jurisdicción, ha pedido donativos algo delictuoso que será denunciado ante Controlaría de la República y el Ministerio Público. Hecho negativo que se contrapone con lo positivo del aporte solidario de Huamachuco el que a través de una Comisión Multisectorial llegó a Trujillo con donativos y servicio de voluntariado. Siendo digno destacar, además, el solidario aporte de la ciudadanía y el generoso aporte de países hermanos de Ecuador, Bolivia, Colombia y Venezuela.

Si bien la participación del Gobierno Central, liderado por el Presidente de la República, Pedro Pablo Kuczinhski y el Premier, Fernando Zavala, no ha sido al cien por ciento esta ha servido para paliar los desmanes del fenómeno del Niño estableciendo puentes aéreos gratuitos, restableciendo caminos y puentes y haciendo entrega de donativos consistentes en agua, productos de primera necesidad, carpas, refugios y organizando campañas de salud.

Considero que si bien esta vez la fuerza de la naturaleza ha sido implacable y han aparecido evidencias de miseria espiritual humana es preciso reconocer que han surgido, también, hechos heroicos, acciones solidarias y, sobre todo, han surgido lecciones a tener en cuenta en el futuro a fin de evitar la repetición de los efectos devastadores de un fenómeno del Niño que periódicamente nos visita. Terminada esta furia de la naturaleza queda pendiente la rehabilitación de todo lo afectado y, fundamentalmente, la prioritaria tarea de la reconstrucción.